Matalascañas, en riesgo de perder un icono: "El Rancho Pichilín se desploma y nadie hace nada por evitarlo"

El Rancho Pichilín, un lugar histórico y de gran valor cultural -y emocional- para los vecinos y vecinas de Matalascañas, ha llegado al colmo de su degradación. El avance de la marea lograba derrumbar una parte de la fachada, poniendo en riesgo el patrimonio del municipio y el humano.

"Se desploma sin que la administración haya hecho nada por evitarlo, a pesar de las advertencias", contaba el Enrique Romero, miembro de la delegación onubense de la asociación OKPlanet, a través de sus redes sociales.

Todo apunta a que la estructura ha sufrido un colapso parcial con el paso del tiempo. El edificio, que ha sido un punto de encuentro y "disfrute para lugareños y turistas durante décadas", ha caído en desuso y finalmente se ha desplomado "sin que las autoridades locales o regionales hayan tomado medidas preventivas, a pesar de las constantes advertencias".

Durante los últimos años, "expertos del Parque Natural de Doñana habían alertado" sobre el deterioro de la estructura y el peligro de derrumbe inminente. Las advertencias no solo se referían al riesgo para la seguridad de las personas, sino también a la importancia histórica, geológica y cultural del lugar. "Qué lástima, nuestra costa se desmorona", decían en los comentarios de la publicación.

Según el profesor y activista, el Rancho Pichilín ha dejado en evidencia la "pasividad de las administraciones responsables, que, a pesar de las múltiples notificaciones y avisos, que no tomaron ninguna medida para frenar el deterioro". Afortunadamente, el incidente no ha provocado desgracias personales, pero garantizaba a través de sus redes sociales que la situación resalta la necesidad urgente de una respuesta inmediata por parte de las autoridades.