Playas

El mar y la mar se dan la mano en Punta del Moral

  • La playa Punta del Moral cuenta con el Puerto Deportivo Marina Isla Canela, que goza de Bandera Azul

La playa Punta del Moral es idónea para disfrutar de la tranquilidad.

La playa Punta del Moral es idónea para disfrutar de la tranquilidad. / Jordi Landero (Punta del Moral)

La mar -para los pescadores- y el mar –para el resto de los mortales- se dan la mano en la playa ayamontina de Punta del Moral. La primera gracias al coqueto -aunque importante- puerto pesquero que flanquea por el norte este recóndito enclave del litoral onubense; y el segundo merced al importante arenal que, abierto a las plácidas aguas del Atlántico, se desparrama a lo largo de los más de 1.700 metros de frente litoral con los que cuenta al sur.

A levante la ría del Carreras y el resto de la infinita Costa de la Luz, y a poniente su playa hermana de Isla Canela, el impresionante estuario del Guadiana, uno de los ríos más caudalosos de España, y como decorado al fondo el país vecino de Portugal.

Dados estos atractivos, la playa de Punta del Moral se ha convertido en los últimos años en una de las más apreciadas por los veraneantes que acuden a la costa occidental onubense. Especialmente entre aquellos que buscan y valoran la tranquilidad y la no masificación, así como la amplitud de su arenal, con una anchura de más de 55 metros prácticamente en toda su extensión.

A la playa en sí, asomada al océano Atlántico por el sur, hay que sumar una excelente gastronomía, además de una bien conservada tradición marinera gracias al puerto pesquero del mismo nombre que la flanquea por el norte, junto con el paraje natural Marismas de Isla Cristina, en el estuario del Carre­ras, de cuya desembocadura solo la separa un pequeño espigón.

Además, la amplísima playa de Punta del Moral goza del privilegio de ser la segunda más occidental del litoral andaluz, y su oferta se complementa con el moderno Puerto Deportivo Marina Isla Canela, base para la práctica de numerosas actividades náuticas de recreo, el cual es merecedor verano tras verano de la prestigiosa enseña azul que otorga la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor –Adeac- en reconocimiento a la calidad de sus instalaciones.

Este enclave ya fue descubierto por los romanos, como lo atestigua su mausoleo y la gran cantidad de restos arqueológicos que esconde en su subsuelo y en el fondo de sus marismas, con origen en el Bajo Imperio (siglo IV d.C.).

La playa se caracteriza por su dorada y fina arena y por sus aguas tranquilas y moderado oleaje, componiendo una peculiar mezcla en la que conviven las viviendas tradicionales de los pescadores con el moderno urbanismo costero.

También cuenta con un extenso paseo marítimo que se alarga ininterrumpidamente hasta el final de la aledaña playa de Isla Canela; así como con uno de los más reconocidos campos de golf de la provincia de Huelva: Isla Canela Golf. Todo ello destinado a complementar el turismo de sol y playa.

Este enclave también fue descubierto por los solitarios vigilantes de la Torre de Canela, edificada en el siglo XVI para salvaguardar la costa de las incursiones de piratas berberiscos, la cual aún se conserva en sus inmediaciones.

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