La falta de maduración de la zalema ralentiza el inicio de la vendimia

Los agricultores deciden aminorar el ritmo de la recogida para esperar a que el fruto esté listo La producción puede verse reducida este año en torno a un 15% respecto a 2014

Dos trabajadores recogen la uva en la Cooperativa Vinícola del Condado.
Dos trabajadores recogen la uva en la Cooperativa Vinícola del Condado.
Carlos López Bollullos

condado, 04 de septiembre 2015 - 05:01

La vendimia de la Zalema, variedad de vid autóctona que representa cerca del 90% de la producción del Condado, arrancó ayer en Bollullos con un mermado nivel de azúcar (ocho grados baumé), por lo que los agricultores han decidido ralentizar un poco la recogida de la fruta para que el grado de envero (maduración) de las bayas gane enteros y escale un par de grados.

A pesar de que el objetivo de la vendimia temprana que lleva a cabo la cooperativa Vinícola del Condado persigue precisamente la obtención de un fruto que presente una menor graduación, en consonancia con las características de su blanco afrutado, el ciclo de maduración de la uva aún no ha alcanzado los niveles necesarios, por lo que es aconsejable que la fruta continúe en la cepa.

Eladio Mateo, enólogo de la mencionada cooperativa, explica que la experiencia aconseja ralentizar un poco la producción en pos de lograr "la graduación más óptima". Por ello, los agricultores de la cooperativa celebraron ayer un consejo extraordinario, en el que decidieron escalonar la entrada de uva en los lagares, que ayer molturaron la primera remesa, de forma que la vendimia se ampliará unos días. El presidente de la Cooperativa, José Espina, señaló que "está entrando fruta con ocho grados y eso es muy poco, debe de subir al menos dos", incluso cuando se trata de elaborar los vinos de recolección temprana.

El presidente de la Denominación de Origen Condado de Huelva, Manuel Infante, explicó ayer que en las actuales circunstancias, la ausencia de precipitaciones de este año "nos ha ofrecido las dos caras de una misma moneda". De un lado, ha generado un importante estrés hídrico en la planta, si bien las bajas condiciones de humedad han impedido que proliferen enfermedades, beneficiando un fruto que sanitariamente está impoluto. En estas condiciones la producción, que el pasado 2014 fue de 31,7 millones de kilos (cerca del 90% de Zalema), podría verse reducida en torno a un 15%, si bien todavía sería superior a los 24,4 millones de kilos recolectados en el año 2013.

En cualquier caso, cualquier tipo de hipótesis queda condicionada al comportamiento de la meteorología durante las próximas fechas. Si caen heladas durante la madrugada, la vid podría beneficiarse de esa humedad para alimentar el fruto y cerrar la cosecha con niveles parejos a los de la pasada campaña.

Curiosamente, el retraso de la iconográfica vid onubense ha sido diametralmente opuesto al de otras variedades de uvas blancas como la moscatel y colombard, y también a las tintas cabernet sauvignon, syrah y tempranillo, cuya recogida se adelantó varias semanas.

Eladio Mateo explica que, "al tratarse de vides originarias del norte de España, no están especialmente adaptadas al sur, y más concretamente a veranos tan calurosos" como el registrado este año, en el que un atípico mes de julio provocó una concatenación de días en los que el termómetro superó la barrera de los 40 grados. "Este simpar periodo estival desencadenó una rápida maduración del fruto", señala este enólogo.

Por el contrario, la uva zalema, más habituada a este tipo de climatología y a una zona geográfica más seca, ha ofrecido una respuesta diferente al estrés hídrico que han sufrido las cepas como consecuencia de una primavera pobre en precipitaciones, que ha ralentizado el proceso de envero.

Entre tanto, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Condado de Huelva desarrolla conjuntamente con la Universidad de Farmacia de Sevilla los análisis habituales de las bayas recogidas de forma aleatoria de los tractores de los agricultores. El becario Raúl Córdoba explicó que están determinando continuamente el grado baumé, acidez y PH, entre otros tantos parámetros que sirven como brújula a la hora de tomar las decisiones más acertadas de cuándo proceder a la recolección.

La sociedad bollullera fue la primera en iniciar la vendimia. Sólo esta entidad molturará diez millones de kilos y, junto con la cooperativa de Rociana del Condado, que elabora el Viña Gamo, copan casi el 50% de toda la producción de la comarca.

En el resto de localidades de la zona el pistoletazo de salida de la campaña se realizará de forma escalonada en función de las características del suelo (arenoso o de barro) y siempre en busca del punto idóneo de envero para lograr unos vinos que continúan ganado prestigio internacional y conquistando nuevas fronteras.

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