La madre del fallecido en la cantera exige responsabilidades penales

La madre del joven José María Garrocho, que falleció en accidente laboral cuando trabajaba en la empresa Cantera Gravera El Campillo de Gibraleón, trasladó ayer hasta el Palacio de Justicia su protesta por el retraso que sufre la resolución del caso, que sucedió hace ya tres años.

María del Carmen Espina considera que hay pruebas que determinan responsabilidades penales de la compañía en la muerte de su hijo y apunta a un informe elaborado por la Dirección General de Minas de la Junta de Andalucía.

La progenitora del fallecido no entiende cómo la Justicia aún no ha resuelto el caso ni que el fiscal haya querido archivar la causa por la vía de lo penal y tramitarla por lo civil, y se pregunta si no hay algún interés oscuro detrás.

Para María del Carmen Espina no se trata de recibir una indemnización por la muerte del joven, sino que "se haga justicia" y que la empresa asuma sus responsabilidades, al tiempo que asegura que su hijo falleció en el accidente por negligencia de los responsables de la empresa en materia de seguridad laboral. La madre afirma que el trabajo que realizaba era peligroso y, sin embargo, no se establecieron todas las medidas protectoras que marca la ley.

Los hechos ocurrieron en abril de 2007, cuando el joven quedó atrapado por la cinta en la que trabajaba, por causas desconocidas, sin que pudiese liberarse, a pesar de los intentos de sus compañeros. Unos meses después murió otro trabajador, ciudadano rumano, de 50 años de edad tras sufrir una sección en el cuello por una trituradora de piedras.