Luna llena de toreo y triunfo su debut con caballos bajo el cielo de Aracena
Temporada Taurina 2025
Cuatro orejas para el triguereño y tres más para Marco Pérez frente a una importante novillada de Jiménez Pasquau.
FICHA TÉCNICA
PLAZA DE TOROS DE ARACENA.
GANADERIA:
Seis utreros de Jiménez Pasquau bien presentados, nobles y encastados. Bravo y con clase un tercero de vuelta al ruedo y aplaudido con fuerza el arrastre del noble y dulce novillo que abrió plaza.
ACTUANTES:
- Fuentes Bocanegra: Saludos; vuelta al ruedo.
- Marco Pérez: dos orejas; oreja.
- Guillermo Luna: dos orejas; dos orejas.
INCIDENCIAS:
Un tercio de plaza en tarde de buena temperatura. Salieron a hombros Marco Pérez y Guillermo Luna Saludó en el sexto la cuadrilla de Luna. También en varas saludó en este novillo Juan Antonio Carbonell.
Marco Pérez era el símbolo de un precioso cartel de toros en la plaza serrana de Aracena. Marco Pérez lo era casi todo en un cartel que anunciaba el debut con caballos de un novillero triguereño como es Guillermo Luna. Muchos pensaban que éste podía haber esperado algo más para concretar este paso sin retorno en tiempos dificiles para los de este escalafón. Desde que terminó el festejo ayer tarde en Aracena creo que nadie duda de que Guillermo Luna sea un JASP dentro del escalafón. Lo que es lo mismo pero en cristiano: joven aunque sobradamente preparado.
Y a fe que lo está ese chiquillo que ayer cuajó una soberbia tarde de toros en su debut. Soberbia, repito, por cuánto de grande fue el éxito del triguereño frente a dos importantes utreros del ganadero jienense Juan Pablo Jimenez Pasquau .
Serenidad y valor para componer la figura en sendas faenas que llenan el recuerdo de la tarde con mucha solvencia técnica. Alargando el viaje, ayudando a lucir bravura y un empaque muy torero para expresar el toreo junto a esa naturalidad con la que anda frente al oponente. Esas son las credenciales firmes y valiosas del triunfo sin resquicios del de Trigueros. No es poco y Luna tiene sobrados motivos para andar a gusto con su tarde de ayer en Aracena.
El temple como argumento del valor, titulé en ese julio del 2024 sobre su importante tarde en La Maestranza y ahora vuelvo sacar al tercio de esta crónica semejante argumento porque así fue ante dos faenas exultantes de conocimiento, temple, valor y abrumadora osadía que no solo valen cuatro orejas. Porque éste es triunfo de los que dejan poso en la figura de su autor. No es solo triunfo ante el público sino la íntima certeza de que se está bien frente a cualquier oponente. Estar bien y brillante con el noble tercero en un toreo al natural que le brotó potente y encendido ante la brava nobleza del utrero y cuajarte como torero frente al que exigió firmeza para sacar a flote muchas cosas buenas como sucendió frente a ese interesante sexto con el que Guillermo Luna rubricó su maciza Puerta Grande.
Dos triunfos rotundos de espada y toreo. Frente al noble y bravo y también para el que exigía esfuerzo y cabeza. Y corazón a pulso lento de palio como credenciales de futuro.
Le debe la crónica a Guillermo Luna un tono elegante, pausado. Con temple y al mismo son con el que se empleó el triguereño frente a un notable lote de utreros. No lo debe por el matiz debutante que ayer le otorgaba ese tercer puesto en el paseíllo, no, sino por tantas cualidades buenas como avaló su toreo frente a un lote de diferente condición a la hora de lograrle embestidas pero igualado en esa transmisión y bravura con la que conectó la tarde un debutante de mucho postín. Que mucho y bueno fue lo que logró Luna para dejar abierta de par en par esa espita de ilusión en el aficionado que le sigue. Y en el que no le sigue, también.
Era en Sevilla la tarde de Roca Rey y arrolló Miranda. Era ayer la tarde De Marco Pérez y refulge con una fuerza y una brillantez importantes la figura de Guillermo Luna frente a dos novillos muy interesantes de Jiménez Pasquau, quien se vino hasta Aracena con una novillada con estampa y fondo de toro en bastantes ejemplares.
Qué pena qué tan interesante festejo solo haya tenido de espectadores un tercio de plaza en día de comuniones y fiestas varias. Seis utreros que dejan un lujo de encierro; bien presentado, con hechuras y ese son con el que la nobleza acompasa la bravura en al menos cuatro novillos de mucha categoría. Tuvo fondo tan preciosa novillada como la que ayer soltó el ganadero Jiménez Pasquau en esa querida plaza de Aracena. Encierro bien presentado, con matices de brillantez en el juego de los tres primeros, dos ejemplares, segundo y quinto, pidiendo soluciones y papeles para tirar para adelante y un torero como marco Pérez que los sorteó en su lote y con los que pudo a base de oficio y pundonor para labrarle dos importantes faenas.
Faena de dominio y merito con su primero al que tuvo que hacer. Lo llevo largo en el viaje rematando atrás. Bien por ambas manos, con dominio y apostando siempre por empujar palante al animal. Estiloso y con raza componiendo bien la figura ante esa embestida a la que limó ese punto de aspereza que mostró de salida. Interesante este de Pasquau que se fue con aplausos también y firme Marco Pérez con ese quinto, manso encastado, al que el novillero arrancó la aspereza del inicio. Y aunque la faena tuvo que construirse a base de esperar mucho y obligar, el salmantino se puso con firmeza a educar un viaje que tenía tralla. Lo dejó llegar y le consintió por bajo con facultades y oficio.
Por su parte el cabeza de cartel, Fuentes Bocanegra tuvo de cara a un nobilísimo novillo al que aprovechó con una faena vistosa por ambos pitones donde realza más la diestra a la hora de ensalzarle al cordobés esa ligazón que tuvieron los muletazos frente al temple y ritmo bueno que regaló la embestida.
Trasteo sin alma ni sal frente al cuarto, un novillo que exigía mando y el cordobés no se lo dio. Sobraron dudas y faltó hilazón frente a un novillo poco sometido en la muleta. Poco dijeron sus series excepto una con la izquierda, cumplidos ya dos tercios de trasteo, prometiendo cosas que después no se cumplieron. Un aviso tras otra suerte de matar con demora que no fue obstaculo pasear la redonda perfección del albero en esa vuelta al ruedo.
Con el sexto, poderoso y con raza en el caballo la tarde sabareó la grata madurez torera de un picador de lujo como es Juan Antonio Carbonell. Toreando a caballo, citando, apuntando a lo alto y sosteniendo al caballo cuando el vendaval de fuerza del utrero a punto estuvo de hacerle claudicar. Torería y brillo a caballo de un tipo que no se da coba.
Capotes de seda sobre el brazo, las cuadrillas acompañaron la salida a hombros de Marco y Luna. Para el primero significa apurar tramo final con otro éxito y apuntalar confianza. Para Guillermo, el comienzo de un ilusionante viaje en otro nivel distinto de progreso profesional. Las espadas y las expectativas en alto tras esa sinfonía atrevida y afinada de toreo con la que otro triguereño llama la atención en la Fiesta.
Debe ser del agua, pienso yo.
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