Los usuarios de la playa de La Antilla asisten estos días atónitos al afloramiento de lodo que se deja ver en buena parte de esta playa lepera y que está provocando las iras de la mayoría de los bañistas.

Se trata de una capa de lodo viscoso y arcilloso que oscila entre los 10 y los 30 centímetros, según la zona, que sobre todo se deja ver en los periodos de bajamar, a lo largo de una franja de playa de entre 200 y 300 metros, según fuentes municipales leperas. En las pleamares, queda cubierta por el agua.

La mayoría de bañistas lamenta las "incomodidades" que está provocando un fenómeno que "se viene repitiendo desde hace ya varios años", según explica uno de los afectados, "aunque nunca con la intensidad de éste", subraya. Otros lo consideran peligroso por lo resbaladizo que se vuelve el terreno, habiendo sido ya muchos de ellos testigos de "numerosas caídas, sobre todo entre los más mayores".

"Es indignante -aseguró un residente de La Antilla- que después de los impuestos que pagamos por nuestras casas en la playa, tengamos que sufrir estas incomodidades". No obstante, y como no hay mal que por bien no venga, hay algunos que están aprovechando la situación para darse baños de barro "con fines terapéuticos", dicen.

Desde el Consistorio lepero aseguraron que se trata de un "fenómeno natural". La teniente de alcalde responsable del Área de Turismo, Bella Verano, puntualizó que "igual que viene, se va".

La edil lepera subrayó que tras la intervención que la Dirección Provincial de Costas realizó a principios del presente verano en la playa lepera, ésta "quedó bien", pero "las altas mareas han dejado al descubierto el lodo, que se volverá a tapar de forma natural con los movimientos de la arena".

Además, según prosiguió Bella Verano, se trata de un trozo "muy pequeñito que no molesta mucho a la gente y que incluso algunos aprovechan para darse baños de lodo".

Finalmente descartó por el momento cualquier tipo de intervención encaminada a eliminar la capa de lodo de la playa, porque "en pleno mes de agosto sería una locura meter maquinas en la playa".