Por primera vez después de varios años, y como consecuencia de la lluvia, La Redondela no ha podido celebrar este Domingo de Resurrección su tradicional Fiesta del Huerto, única de la provincia de Huelva por sus características y una de las más antiguas de la provincia, teniéndose constancia de su celebración al menos desde el siglo XVI.

La jornada se inició con lluvia, arrancando con la celebración de la Misa de Resurrección en la parroquia de Nuestra Señora de los Doce Apóstoles. La eucaristía fue cantada por Narciso Perera y Sandra Bernal, y tras la misma estaba previsto que se iniciase la tradicional procesión de las imágenes del Niño de la Bola y Nuestra Señora de la Esperanza para protagonizar un año más uno de los momentos más esperados de la Semana Santa onubense: el emotivo encuentro entre las dos imágenes, que cada año atrae numerosas personas desde todos los puntos de la provincia.

Pero la lluvia no paró, y las previsiones tampoco eran entonces halagüeñas, lo que llevó a la Junta de Gobierno de la Hermandad a reunirse en cabildo extraordinario urgente para tomar una decisión, la cual fue anunciada públicamente por la hermana mayor, Florentina Muñoz, quien en declaraciones a Huelva Información señaló que se trataba de un momento "triste", porque el Domingo de Resurrección "es un día para nosotros de mucha alegría y de mucha luz y resplandor, y esta vez no es así; aunque también de mucha alegría porque la gente nos acompaña, porque nuestros jóvenes siguen conservando la tradición de una de las fiestas más antiguas de la provincia de Huelva, y porque dentro de muy poco La Redondela estará de Romería y acompañará de nuevo a su Virgen de la Esperanza".

"Este es el día que nos identifica como pueblo -añadió Muñoz- ya que la Virgen de la Esperanza y la tradicional Fiesta del Huerto son dos de nuestras señas de identidad; pero hoy hemos adoptado la decisión más acertada para proteger nuestro patrimonio, tanto el humano como el material".

Los pasos de la Virgen y el Niño son enfrentados por los cargadores bajo los sones de marchas procesionales

La hermana mayor redondelera quiso por último agradecer públicamente a la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza de Huelva la cesión de los pétalos que el Grupo Joven le iba a tirar a la Virgen durante la procesión, lo cual tampoco pudo ser finalmente.

Tras anunciar la decisión se celebró en lugar de la Fiesta del Huerto un pequeño y simbólico acto en el interior de la parroquia, en el que los dos pasos, a hombros de sus jóvenes cargadores, bailaron uno frente al otro simulando el encuentro entre la Madre y el Hijo y bajo los acordes de varias marchas procesionales interpretadas por la Banda de Música Santa Águeda de Villalba del Alcor.

El alcalde redondelero, Salvador Gómez, también mostró a esta redacción su pesar por la suspensión del acto ya que, según sus palabras, "se trata uno de los días más importantes del año en La Redondela al renovarse una tradición que viene de siglos". Según precisó, "los últimos datos de los que disponemos sobre esta celebración sitúan su origen en el siglo XVI, por lo que estaríamos hablando de la fiesta más antigua de toda la Costa de Huelva en el Domingo de Resurrección.

Pesar entre los cargadores tras anunciarse la suspensión de la procesión

Además, añadió, se trata de una fiesta "un tanto peculiar y curiosa que para los redondeleros es además muy emotiva", ya que no se trata de una procesión normal, sino que se escenifica el encuentro entre la Virgen y el Niño en el lugar que los vecinos llaman 'El Lejío', situado en la confluencia de las calles Santa María y Real.

La tradicional Fiesta del Huerto es una manifestación religiosa en la que la Virgen María y su Hijo se encuentran durante una procesión que se inicia desde la iglesia parroquial Nuestra Señora de los Doce Apóstoles.

Desde este punto parten cada año los pasos de las dos imágenes: la Virgen de la Esperanza, que es además patrona de La Redondela, y el Niño Jesús, conocido también como 'Niño de la Bola'. Tras un recorrido procesional por la localidad llegan al lugar conocido como el 'El Lejío', donde los días previos los jóvenes redondeleros han preparado un 'huerto', cuyo principal elemento vegetal son las hojas de palmeras.

Una vez allí el Niño se pierde de la Virgen y ésta inicia su búsqueda simbólica echando a correr y cayendo tres veces hasta abrazarlo.

Momento en que ambas imágenes bailan en el interior de la parroquia redondelera

La procesión se cierra cada año con el baile de ambas imágenes a hombros de sus cargadores, tras lo cual se lleva a cabo la subasta de las varas de las imágenes del Niño y de la Virgen, así como de otros enseres como las flores de los pasos.

La Fiesta del Huerto es una tradición con orígenes en el siglo XVI, según ha indicado el primer edil redondelero este Domingo de Resurrección, y año tras año se mantiene inalterable en su esencia; suponiendo su celebración el fin de los actos de Semana Santa en este punto de la geografía onubense.