El denominado Arroyo Algarve, situado en los términos de Hinojos y Chucena, atesora una importante diversidad de avifauna en el entorno de Doñana. Se trata de un entorno que acoge dormideros de milanos reales, zona de emparejamiento, nidificación de los chotacabras y es una vía de desplazamiento del lince en sus época de cortejo de cara a la reproducción. Un lugar que se ha convertido cuando llega la noche en zona de acampada y conciertos en fiestas rave. 

Durante el pasado fin de semana la música  se ha escuchado hasta el amanecer a muchos kilómetros de distancia, unidos a la iluminación y una acampada que ponen en entredicho el esfuerzo conservacionista y las enormes inversiones en lo referido al lince ibérico.

Una maravilla de la naturaleza que ha podido ser conocida por los miles de visitantes que, en el "Festival de Campo” de Madrid celebrado a finales de mayo, han admirado el trabajo que las voluntarias de “Mujeres por Doñana” llevan a cabo durante el verano vigilando los cortafuegos donde realizan su trabajo de prevención la, muy conocida, unidad de Burros-Bomberos de Huelva. 

Cristina Mariño, coordinadora del grupo ecologista femenino “Mujeres por Doñana” manifiesta que en los últimos meses observan un estado de “abandono endémico” de los entornos de Doñana por parte de las administraciones. Dejando claro que una cosa es preservar la especie gracias a los centros de cría y reproducción en cautividad situados en Almonte, y otra, es no vigilar la viabilidad de los entornos donde el lince sigue viviendo. 

Desde el grupo ecologista informan que "con mucho esfuerzo y sufrimiento han logrado atajar, al menos momentáneamente, las talas indiscriminadas de chopos y álamos para biomasa".

Estas mujeres, siguen frenando, con sus patrullas informativas, la llegada de empresas de motos todoterreno que, desde la Provincia de Sevilla, "habían encontrado en estos bosques un lugar idóneo, y sin vigilancia, para desarrollar rutas que en algunas ocasiones reunían hasta a cuarenta motoristas dispuestos a disfrutar de un recorrido por zonas salvajes en pleno entorno natural de Doñana".

También han conseguido que se retiren las escombreras ilegales que estaban asentándose en la zona y que según la ecologista, “Obligaban al lince a deambular entre basuras y escombros en una zona de, supuestamente, protección especial”.

Para Cristina la llegada de fiestas de música electrónica a estos espacios protegidos es la gota que colma el vaso en Doñana. Y es que durante las patrullas nocturnas que este colectivo lleva a cabo con su propio vehículo, y de forma altruista, dentro de su proyecto Operación Chotacabras, se han encontrado con una desagradable sorpresa en forma de fiesta Rave.

La trepidante música, según las ecologistas, ha expulsado esta noche a todas las parejas de chotacabras del entorno y pone en riesgo severo su campaña reproductiva. Es por ello que van a solicitar una reunión de trabajo al nuevo Delegado Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía en Huelva.

Mujeres por Doñana consideran indispensable que los responsables se desplacen a la zona para que pueda observar directamente el deterioro sistemático de este ecosistema. Manifiestan que "ya sobran las fotos preparadas de Consejeros y Delegados soltando aves o anillando flamencos, son años con la misma foto y ya ha llegado el turno de ponerse a trabajar y no usar esta importante Delegación como trampolín para ascensos políticos".

“La prensa europea y americana-gracias al boca a boca- acude a nosotras porque saben que no se nos puede comprar con subvenciones o prebendas y que gracias a eso van a conocer el enorme desastre que es la gestión de Doñana.”, concluye Cristina Mariño que manifiesta su interés en poder formar parte, como otras asociaciones ecologistas, en el Consejo de Participación de este Parque Natural.