El juzgado vuelve a citar al único imputado por el macroincendio

El proceso judicial abierto el 27 de julio de 2004, cuando comenzó en la barriada de Los Cantos (Minas de Riotinto) el mayor incendio ocurrido en Andalucía en las últimas décadas -que se cobró la vida de dos personas-, entra en su recta final. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valverde del Camino, encargado del caso, ha dictado auto de procesamiento para el único imputado por la catástrofe, Emilio Perdigón Panduro, como presunto autor del incendio e incluyendo un segundo delito por homicidio imprudente, como solicitó la acusación pública.

El juzgado instructor ha puesto ya fecha a la declaración indagatoria de Perdigón que quedó pendiente el pasado noviembre, por incomparecencia de uno de los abogados: la declaración ha sido fijada para el próximo 5 de marzo.

El único imputado en la causa fue detenido doce días después de que se desatara el macroincendio como presunto autor del fuego que devoró, durante cuatro días consecutivos, cerca de 30.000 hectáreas de 13 municipios de las provincias de Huelva y Sevilla y acabó con la vida de un matrimonio sevillano que quedó atrapado por las llamas.

Emilio Perdigón, que fue puesto en libertad el 17 de septiembre de aquel año después de pasar 38 días en prisión y llegó a presentar una querella por prevaricación judicial contra la juez que dictó el auto de prisión incondicional, ha mantenido en todo momento que nada tuvo que ver con la tremenda bola de fuego, a pesar de admitir en una de sus declaraciones (y también ahora) que pasó cerca de uno de los focos sobre las 16.10 cuando se dirigía al dique a bañarse. De hecho, afirma que el único testigo que lo sitúa en el tercero de los focos justo a la hora en la que se produjo porque afirma que un familiar directo de este testigo tiene mucho que ver.

El informe realizado por la Guardia Civil de Huelva tras el incendio concreta que el fuego se inició primero con dos focos situados en el interior del municipio, lo que coincide con la información facilitada en su día por efectivos del Consorcio Provincial Contra Incendios (una primera quema de contenedores), a los que siguieron otros dos a las afueras de la localidad. Entre el primero de estos focos y el último, separados por una hora (entre las 15.30 y las 16.30 horas del 27 de julio de 2004) había una distancia de 1.392 metros, distancia que ha provocado distintas lecturas respecto a la autoría del fuego. En la primera de las declaraciones que hizo el único imputado se pusieron de manifiesto algunas contradicciones en cuanto a las horas y situaciones en las que se encontraba en los momentos los que se iniciaron las distintos fuegos.