La Junta impulsa el Corredor Verde del Río Tinto con 1,3 millones en el presupuesto de 2026
El delegado de Sostenibilidad destaca el compromiso del gobierno andaluz de avanzar en un proyecto de gran valor medioambiental
La minería de Riotinto, conoce el pasado, presente y futuro
Los presupuestos para 2026 de la Junta de Andalucía recogen una partida de 1,3 millones de euros para el Corredor Verde del Río Tinto, cuyas obras comenzaron el pasado septiembre con una asignación de 2,1 millones de euros del Programa Operativo de Andalucía 2021-2027 del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, supervisó entonces el inicio de los trabajos del primer tramo, entre La Palma del Condado y Niebla, de 12 kilómetros de longitud. “El gobierno de Juanma Moreno cumple con sus compromisos de llevar los proyectos hasta el final. Con este propósito los presupuestos incluyen una inversión para seguir avanzando en un verdadero eje vertebrador entre Sierra Morena y Doñana, enlazando con otras infraestructuras de la Red Andaluza de Vías Pecuarias, como la Puerta Verde de Huelva-La Rábida, la de Huelva-Gibraleón-San Juan del Puerto o la de San Juan del Puerto-Niebla”, ha destacado el delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Pedro Yórquez, en una visita al Paisaje Protegido del Río Tinto.
El Corredor Verde tiene una extensión total prevista de 102,5 kilómetros por 14 municipios de la provincia hasta llegar al muelle de la antigua Riotinto Company Limited en Huelva capital (Nerva, Minas de Riotinto, El Campillo, Zalamea la Real, Berrocal, Paterna del Campo, Niebla, La Palma del Condado, Villarrasa, San Juan del Puerto, Trigueros, Moguer, Palos de la Frontera y Huelva). Su origen se sitúa en la Peña del Hierro, en el municipio nervense.
El Corredor Verde del Río Tinto discurre casi en su totalidad sobre el trazado del antiguo ferrocarril minero que unía Riotinto con el puerto de Huelva, desde donde se embarcaban los minerales en el conocido Muelle minero. “Tiene un gran valor cultural y medioambiental porque se trata de un itinerario cargado de historia, que hunde sus raíces en la Edad del Bronce y que ha sido testigo del paso de tartesos, fenicios y romanos”, ha recordado Pedro Yórquez. Posteriormente, a finales del siglo XIX, el Estado español lo vendió a la compañía británica que explotó de forma intensiva los yacimientos.
Figura de Paisaje Protegido
El paisaje protegido Río Tinto, que abarca los tramos alto y medio del río, es único en el mundo, tanto por su belleza cromática como por sus excepcionales condiciones ambientales e históricas. Alrededor del curso alto se sitúa el mayor yacimiento minero a cielo abierto de Europa, que ya fuera explotado por tartesios y romanos.
Toda esta larga actividad ha originado un peculiar paisaje, propio de otro mundo. El nombre del río proviene de su color rojizo, que pasa a ocre en las orillas. Estas tonalidades, desde los albores de la historia, se deben al alto contenido en sales ferruginosas y sulfato férrico que, junto a la escasez de oxígeno, otorgan un ph muy ácido. En las orillas se presentan estructuras características, resultado del enfriamiento de la escoria y los residuos mineros.
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