Cada jornada de huelga cuesta a Matsa 500.000 euros como mínimo

El cese total de la actividad extractiva y de la planta de tratamiento de Minas de Aguas Teñidas S.A. (Matsa) durante los dos días que conforman cada jornada de huelga supone para la empresa unas pérdidas económicas mínimas de 500.000 euros que, en cualquier caso, pueden llegar a alcanzar el millón de euros en función del tipo de mineral, de su coste y de los precios de mercado a los que se hubiese vendido.

Así lo valora el presidente del comité de empresa de Matsa, Joaquín Macías, quien critica que la empresa "no quiere negociar" bajo una amenaza de huelga que, en todo caso, se va a mantener, ya que para las 06:00 del próximo domingo hay convocado un nuevo paro total de las actividades que durará hasta el martes a la misma hora, tal y como ha ocurrido en las dos últimas semanas, con cuatro días de huelga que se han desarrollado en dos jornadas tras la ruptura en la negociación del convenio colectivo.

Según Macías, el comité de empresa está "deseando" sentarse con la empresa, por lo que le remitirá una carta en los próximos días. A su juicio, hasta la próxima convocatoria de huelga hay "tiempo suficiente para sentarnos con tranquilidad" y que, al menos, algunas de las propuestas presentadas inicialmente sean "valoradas".

"Por desgracia, hasta ahora no hemos podido tocar un solo punto. Ellos siempre se escudan en que nuestras peticiones son muy elevadas y los puntos de la parte económica y social están más que claros para la compañía: el IPC y todo lo que suponga un coste adicional en condiciones sociales mayor de cero son intocables", señaló.

Bajo su punto de vista, la empresa "se aferra a la crisis" para no ceder a los requerimientos de los trabajadores a pesar de que, según señaló, en el momento económico actual los precios de los metales están "desorbitados". Así, el presidente del comité explicó que inicialmente el proyecto era viable con 1.600.000 toneladas en producción al año (ahora la producción alcanza los 2.200.000) y la mina era rentable cuando la tonelada de mineral no bajaba de 3.000 dólares (ahora el cobre está a 9.000 dólares por tonelada).

Este aumento de producción, según destacó, provocará que los años de vida de la reserva disminuyan y tal vez ésta "no exista en diez años". Por eso, indicó que el comité ha exigido a la empresa que asegure la estabilidad de la plantilla y del proyecto a lo largo de veinte o treinta años "aunque no se toque un solo duro". Una petición que, según Macías, tampoco ha sido atendida por parte de la compañía.

Por su parte, el portavoz de Matsa, Carlos Fernández, aseguró que la empresa "siempre ha tenido voluntad de diálogo", aunque matizó que no es partidaria de desarrollarlo "en una mesa de negociación sujeta a conflictos y a presión sindical", sino "buscando un diálogo y una negociación serena" que permita a las partes acercar posturas.

Así, el responsable expresó su confianza en que en los próximos días se pueda hallar una vía de encuentro, por lo que hizo una llamada a los representantes de los trabajadores "para abordar este acercamiento y encontrar una vía dialogada sin medidas de presión antes del fin de semana".

Aunque, según aseguró, la dirección de Matsa está "preocupada" por el impacto negativo que en términos económicos acarrea la huelga, por encima de esta cuestión está "la intención de la empresa de no llevar a cabo un cierre en falso de esta negociación", sino que haya un acuerdo de larga duración. De ahí que, según dijo, "no apostemos por un diálogo precipitado, sino sereno y sin medidas de presión".

En cuanto al futuro, señaló que en los últimos meses se les ha trasladado a los trabajadores y al comité de empresa los planes de inversión previstos, así como la expectativa de vida útil de la mina, asuntos que están dispuestos a explicar de nuevo, según señaló.

"Una parte significativa de las inversiones que llevamos a cabo se desarrollan en el área de nuevas exploraciones para buscar nuevas reservas que garanticen que el proyecto de Aguas Teñidas sea dilatado en el tiempo y en principio, con las reservas de que disponemos, estamos hablando de una vida útil de aproximadamente entre doce y quince años, si bien las expectativas son bastante positivas en el sentido de que esta vida útil se pueda alargar", aseguró.

En concreto, el responsable se refirió a la reciente obtención del permiso de exploración de la mina de Sotiel, un yacimiento en el que se encuentran también reservas de mineral.