La inversión agrícola se fuga del Condado en busca de expansión
agricultura
La cooperativa Bonafru compra una finca en el Andévalo para ampliar su producción
Se suma así a la iniciativa de Costa de Huelva y otros productores de frutos rojos

Condado/La cooperativa Bonafru ha adquirido 220 hectáreas en la finca El Canario, que se extiende a lo largo de los términos municipales de Lepe y Villablanca. Una operación estratégica que comporta una inversión de 6.811.286 euros, de los cuales 1.937.095 serán financiados por la Caja Rural del Sur, que contribuye de esta manera a respaldar la mayor compra de activos en la historia de la compañía bonariega.
El presidente de Bonafru, Manuel Limón, avanzó que sólo unas ocho hectáreas, de las 300 que explotan los 90 agricultores que mantiene en activo la sociedad, se han visto afectados por el Plan de Regadíos de la Corona Norte. En consecuencia, la adquisición de tierras tiene su razón de ser en la voluntad de "continuar creciendo allá donde podemos hacerlo". En efecto, el plan llevado a cabo por la Consejería de Medio Ambiente para preservar los recursos hídricos del Parque Nacional y del Espacio Natural de Doñana cercena cualquier posibilidad de incremento de hectáreas en la denominada Corona Norte de Doñana que afecta a los municipios de Almonte, Rociana, Bonares, Moguer y Lucena del Puerto.
Teniendo en consideración que 190 de las 220 hectáreas adquiridas son de regadíos, la entidad logra con ello incrementar en dos terceras partes la superficie total de riego. Estas tierras de naturaleza rústica quedarán en propiedad de Bonafru, siendo explotadas por los socios en régimen de alquiler.
El cooperativista explicó a Huelva Información que los planes iniciales pasan por caminar sobre seguro y seguir apostando por cultivos de contrastada rentabilidad como la "fresas, la frambuesas y los arándanos", aprovechando las décadas de experiencia en el cultivo de berries y los ya consolidados canales de distribución. No obstante, reconoció que parte de las hectáreas darán cobijo a cultivos experimentales, permitiendo a los socios diversificar de manera paulatina mientras se van atesorando los conocimientos para comprobar cómo las distintas frutas se amoldan a la tierra y al clima.
Limón se muestra optimista con la operación y afirma que no tiene miedo a una hipotética atomización de las frutas del bosque, toda vez que frutas de primor como el arándano "han mantenido su precio a pesar del incremento de la producción".
La sociedad bonariega sigue así los pasos de la cooperativa Costa de Huelva, de Lucena del Puerto, que hace meses materializó la adquisición de 800 hectáreas, 650 de ellas de riego, en las fincas agrícolas de Valdeoscuro, San Sebastián y Laguna, emplazadas en los términos municipales de Gibraleón, San Bartolomé de la Torre y Villanueva de los Castillejos. La entidad, que aglutina a 140 agricultores y explota actualmente 675 hectáreas de fresas, frambuesas y arándanos, tendrá en breve fuera del municipio casi la mitad de su producción.
El sector considera que esta fuga de inversiones es irreversible. A titulo individual muchos empresarios han comenzado a adquirir fincas al noroeste de la provincia de Huelva como Valverde del Camino; amén de la zona andevaleña y metropolitana de Huelva, que se beneficiarán en un futuro del agua almacenada en la presa de Alcolea. El sector ha interiorizado que las 9.800 hectáreas aprobadas en el Plan Especial de los Regadíos de la Corona Norte de Doñana supone, ahora sí, un punto y final al crecimiento agrícola en la comarca y todas las grandes sociedades cooperativas y empresas del sector de las frutas del bosque han comenzado a estudiar alternativas que le permitan consolidar sus estructuras fuera del Condado.
Bonafru plantea en un principio que la planta del municipio condal asuma toda las tareas de manipulación que rente las tierras del Condado y del norte de la Costa onubense, si bien en el medio plazo se planea construir una nave que permita ahorrar costes de logística, privando a la fruta de sufrir el deterioro del traslado desde Lepe hasta Bonares.
Costa de Huelva va más lejos y proyecta construir sus naves en las inmediaciones donde planten la chirimoya, aguacate o mango. La riqueza que producirá la entrada en producción de 650 hectáreas de riego generarán miles de puestos de trabajo y se estima un importante crecimiento poblacional al calor de estas inversiones.
Vaticinan el abandono de tierras por falta de agua
En Lucena del Puerto los Independientes ya vaticinaron la "fuga de inversiones en el Condado en busca de agua y seguridad jurídica". En este sentido indican que "la riqueza acumulada durante años y generaciones de esfuerzos, que ahora empezaban a ver sus frutos, comienza a fugarse de esta localidad con la adquisición de más de 1.000 hectáreas" fuera del Condado y en zonas que no tienen restricciones al riego. El exalcalde Manolo Mora explica que "ello supondrá la muerte por inanición de la agricultura, acabando con toda la riqueza acumulada durante generaciones". El edil rechaza de plano el apelativo de catastrofista y afirma que se trata "de una realidad de la que son responsables el Consejero de Medio Ambiente y quienes los apoya por acción u omisión, entre ellos el alcalde, David Vivas". Mora explicó que de las 7.500 hectáreas que integran el termino municipal de Lucena, "el 65% es monte público". De esa cifra, "3.400 son de titularidad municipal; 1.500 de la Junta de Andalucía y las 2.500 hectáreas restantes se encuentran muy concentradas en grandes fincas". En consecuencia, el edil insiste en que el canon constituyó el único recurso disponible para los pequeños y medianos agricultores. "El colonato actual data de 1938; nuestra agricultura no es nueva, tiene más de 60 años y se ha consolidado pese a las administraciones más que con su apoyo". La Junta de Andalucía, por su parte, siempre ha mantenido que esas tierras son de secano y no de regadío, a la par que, en virtud de la ley forestal, es imposible reconvertirlas.
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