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Los esfuerzos del Infoca salvan Doñana de la amenaza del incendio de Almonte

El paso de las llamas por los pinares de Almonte.

El paso de las llamas por los pinares de Almonte. / Alberto Domínguez (Huelva)

Resulta inevitable hacerlo cada vez que un fuego cubre de humo el Condado. El incendio de 2017 en Doñana siempre sobrevuela la mente cuando las llamas brotan en su entorno. Los esfuerzos de centenares de bomberos y un potente despliegue de medios terrestres y aéreos desviaron en las últimas 48 horas el riesgo una vez más. A falta de la declaración oficial al respecto, el incendio forestal de Almonte está en fase de control sin daños personales ni zonas protegidas afectadas.

La suma de dos factores letales se unieron en la tarde del lunes: calor y viento. Una chispa es suficiente cuando las temperaturas superan los 40 grados y el aire sopla con fuerza. Una vez prendido sobre el abundante monte bajo de los pinares del Condado resulta complicado detenerlo. El incendio de Bonares primero y Almonte después cubrieron de humo un triángulo muy próximo a la zona protegida de Doñana.

Desde un primer momento la mayor preocupación estuvo centrada en el almonteño. El declarado en el paraje bonariego del Corchito avanzó hacia Rociana, con la carretera que une ambas localidades como cortafuegos natural por uno de sus costados (aunque la cruzó en los momentos de más viento) y en zonas agrícolas que en esta época se encuentran labradas. Tras la retirada de los medios aéreos con la llegada de la noche, casi un centenar de efectivos del Infoca permanecieron trabajando en tierra. La activación del nivel 1 a cargo del delegado del Gobierno en funciones, Álvaro Burgos, como medida preventiva y la instalación de un puesto de mando avanzado en un punto logístico bonariego permitió coordinar los trabajos sobre ambos fuegos como si de diferentes focos de un mismo frente se tratase. De hecho, las investigaciones preliminares tratan de esclarecer si existen relación entre ambos y el que surgió por la zona de Cabezudos y La Cañada fue en realidad un apéndice provocado por una pavesa del original del Corchito. El alcalde de Bonares, Juan Antonio García, reconoció que "no se sabe todavía con seguridad" si el incendio generado en Almonte tuvo su origen en otro foco diferente o fue producto de que "saltara una pavesa" de este incendio y "se originaran distintos núcleos de fuego".

Un total de 236 viviendas fueron evacuadas en prevención pertenecientes a los núcleos de Almonte de El Porretal, La Cañada, La Tirimbola y el paraje de Los Reyes. De ellos, solo dos personas han necesitado realojo en el polideportivo municipal de Almonte habilitado por el Ayuntamiento para la acogida de los vecinos afectados y otras dos personas han sido llevadas a una casa del consistorio. Las llamas "no han entrado" en el espacio gracias a que se realizó una perimetración con maquinaria pesada en una primera línea de unos 100 metros de cola hacia la cabeza y posteriormente se realizó el movimiento en sentido inverso tratando de ampliar esa perímetro hasta en 20 metros, explicó el director general de Medio Ambiente de la Junta y director técnico del Plan Infoca, Giuseppe Aloisio. El Infoca desplegó todo su músculo con unas 150 personas entre retenes y grupos de intervención de Huelva, Cádiz y Sevilla, a los que se sumaron de Málaga y Córdoba y la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales de Pinofranqueado (Cáceres). En cuanto a los medios aéreos son once los que actúan, entre ellos dos helicópteros de la BRIF de Pinofranquedado y dos aviones anfibios del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno central, además de los seis desplegados por el Infoca. En el terreno están desplegadas la Unidad Médica de Incendio Forestales, la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones y la Unidad de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales.

A primera hora de la tarde se retiraron los medios aéreos tras quedar prácticamente cerrado el perímetro del fuego de Almonte. A partir de esos momentos sus intervenciones fueron a demanda en aquellos puntos de calor donde se detectaban reactivaciones de los focos. Algo que sucedió a las 17:30, cuando nueve aeronaves tuvieron que actuar con rapidez para controlar un foco en Los Reyes. La evolución atmosférica de la noche y la esperada bajada de temperaturas de las próximas horas redundará en el trabajo a pie de campo de los miembros del Infoca para su estabilización y control definitivos.

El incendio de Bonares obligó por su parte al desalojo de una decena de vecinos de Rociana por el riesgo del humo. A primera hora de la mañana se retiraron gran parte de los medios de este frente, quedando menos de 20 bomberos en las labores de remate mientras los desalojados pudieron volver a sus domicilios. Todos los esfuerzos quedaron entonces puestos sobre Almonte y en especial la cabecera y el flanco derecho del fuego. Aunque las llamas estuvieron en todo momento lejos de la zona protegida de Doñana, esta parte del fuego era la más próxima y por lo tanto la que exigió un mayor esfuerzo para evitar que la joya natural de Huelva se viese afectada.

La clave en la contención del fuego estuvo en el enorme esfuerzo realizado por la noche. Cuando un fuego se inicia por la tarde el margen de actuación de los medios aéreos es reducido por la pérdida de horas de luz. El control de las llamas en la oscuridad se vuelve esencial para que estos mismos puedan volver a atacar con toda su fuerza con las primeras luces del día. Los medios terrestres lograron que el frente más potente de Almonte apenas avanzase. "Ha sido una noche muy, muy complicada" porque el incendio declarado en la tarde este lunes "avanzaba a gran velocidad". No obstante, “el viento de esta noche ha favorecido que el fuego no haya avanzado”, señaló la alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano. El delegado en funciones de la Junta de Andalucía en Huelva, Álvaro Burgos, agradeció "el trabajo de los profesionales y la colaboración de todas las administraciones que de manera coordinada y entregada trabajan para proteger a los vecinos y el medio ambiente". La presidenta de la Diputación, María Eugenia Limón, destacó que “afortunadamente no hay daños personales”. Limón insistió en la necesidad de "seguir trabajando en la concienciación y en la sensibilización", así como en los trabajos de prevención que "hay que seguir haciendo para no encontrarnos con esta situación verano tras verano".

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