Provincia

Las huellas de sangre coinciden con las de los guantes del sospechoso del crimen

  • Un informe pericial compara las trazas encontradas en el interruptor de un baño de la vivienda del suceso con las manoplas que la Guardia Civil intervino en la taquilla del acusado

Las huellas de sangre halladas en el interruptor de la luz (y sus alrededores) del baño de la habitación de la vivienda de Almonte donde se cometió el asesinato de Miguel Ángel Domínguez Espinosa y su hija María Domínguez Olmedo fueron producidas por la mano de una persona que portaba unos guantes como los que la Guardia Civil intervino en la taquilla del establecimiento en el que trabajaba Francisco Javier Medida Rodríguez, acusado del doble crimen.

Así lo determina un informe pericial al que ha tenido acceso Huelva Información, realizado por el perito Juan José Hellín Moro y su equipo, que fue presentado el pasado viernes en el juzgado que instruye la causa.

El informe se ha elaborado a raíz de los estudios criminalísticos sobre las imágenes e informes de las inspecciones técnicas oculares que realizaron los miembros del instituto armado, que incluían unas huellas o trazas de origen desconocido que aparecieron sobre el interruptor de la luz y alrededores del cuarto del baño del dormitorio.

Los estudios determinaron que las huellas o rastros de sangre obedecían a que el autor llevaba guantes y que las produjo al entrar y encender la luz, y al salir y apagarla.

Ya en el informe sobre las reconstrucción de los hechos establece que dichas manchas de sangre se ejecutaron por la mano de una persona provista de manoplas.

Los peritos han llevado a cabo un ensayo con distintos tipos de guantes ( algunos de ellos de tipo antideslizantes) adquiridos en diversos establecimientos comerciales, que han sido sometidos a estudios macro y micrográficos a fin de conocer con exactitud su contenido.

Las pruebas realizadas dieron como resultado que las trazas fueron realizadas por unos guantes similares a los que Francisco Javier Medina tenía en la taquilla de su trabajo.

El detallado estudio que el experto presenta a lo largo de sesenta páginas pone de manifiesto que "se trata de unos guantes que pueden retener sangre por su parte textil al ser de algodón y cuentan con unos puntos antideslizantes que producen unos rastros como los que se encontraron en la llave eléctrica".

Otro informe pericial anterior determinó que el asesinó usó unos zapatos que le quedaban grandes tras las huellas localizadas en el número 3 de la avenida de Los Reyes donde se cometió el doble crimen. Además, se considera probado que los restos de ADN hallados en tres toallas, ubicadas en dos baños diferentes de la vivienda donde aparecieron los dos cadáveres, se han dejado por contacto directo con estas toallas, y no por transferencia indirecta o secundaria (a través de un tercero).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios