Una negligencia estuvo detrás del incendio que el pasado lunes arrasó unas 30 hectáreas -sobre todo de pinar y, en menor medida, de eucalipto, encina y monte bajo- de Mina Concepción, la aldea de Almonaster la Real situada a 4 kilómetros de la N-435.

Así lo indican las primeras investigaciones, y así lo corroboraron ayer el alcalde de Almonaster la Real, Manuel Ángel Barroso, y el delegado del Gobierno de la Junta en Huelva, José Fiscal. Ambos señalaron que la mano del hombre pudo estar detrás del suceso, si bien advirtieron que habrá que esperar las conclusiones de la investigación para determinar el origen de las llamas y la superficie exacta afectada.

Fiscal precisó que los técnicos del Infoca le informaron de que "el incendio surgió en unos corrales de la propia aldea y muy previsiblemente por una negligencia a la hora de realizar alguna tarea prohibida en esta época del año". En cualquier caso, hizo un llamamiento a la "prudencia", aduciendo que una simple barbacoa o una quema de rastrojos puede tener consecuencias muy negativas especialmente en estas fechas "por muy seguro que se esté de que el fuego no se va extender".

Durante una visita al área afectada, próxima al Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, varios vecinos comentaron en la mañana de ayer a Huelva Información que el fuego avanzó rápidamente desde un lateral del casino (el antiguo cine de la aldea minera, en cuyo centro se ubica) hasta la parte baja. Entre este bar, un chalé y la antigua casa cuartel, según apuntaron, pudo estar el origen del incendio.

La cercanía de dos chalés y del citado cuartel, habitado en la actualidad por seis familias, hizo temer lo peor, si bien al final todo quedó en un desalojo temporal: el fuego se declaró a las 18:20 y los vecinos fueron trasladados al dique por agentes de la Guardia Civil hasta las 22:30 de la noche, cuando sus casas ya estaban ventiladas.

Por fortuna no hubo que lamentar daños personales y la Junta desactivó a las 21:05 el nivel 1 del plan de emergencias activado a las 19:18. Así, los vecinos pudieron dormir en sus viviendas. El viento se alió con ellos, pero no se llevó el miedo que aún tienen en el cuerpo.

En la mañana de ayer un retén de 14 bomberos del Infoca sofocó los últimos "humillos" del terrero. Ayudados por un helicóptero y dos Carros Z (camiones) que tomaron agua del pantano, el grupo dirigido por el capataz Jaime Martín revolvió la tierra con herramientas y dio presión a la manguera para luchar contra el calor aún candente en la tierra. A las 20:00, el Plan Infoca dio por extinguido el fuego, después de que por la tarde un nuevo grupo de especialistas vigilara el terreno tras controlarse a las 13:25.

El Infoca desplazó en un primer momento doce medios aéreos a los que se sumaron dos hidroaviones facilitados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que se retiró con la caída de la noche del lunes. Por tierra trabajaron en la zona dos Brigadas de Refuerzo (Brica) con 24 personas, tres grupos de especialistas en extinción (21 personas), cuatro técnicos, tres agentes de medio ambiente y dos vehículos contraincendios. Por cuestiones de seguridad, al sobrepasar el dispositivo las 35 personas, se activó la Unidad Médica de Incendios Forestales.