El Geomuseo de Aracena abre sus puertas como nuevo recurso turístico con la Sala Negra más grande de Europa

Este espacio, que ocupa un histórico edificio en el Cerro del Castillo, acoge una importante colección de rocas

El prestigioso músico de Aracena, José Luis Pastor, será nombrado este jueves miembro de la Academia Iberoamericana de La Rábida

El alcalde, Manuel Guerra, en la inauguración del Geomuseo. / M.G

Aracena cuenta ya con un nuevo recurso museístico y turístico, suGeomuseo, que ha sido inaugurado oficialmente este miércoles y que acoge la Sala Negra (para minerales luminiscentes) más grande de Europa. Con su apertura se hace realidad el proyecto que continúa en la línea marcada por el Ayuntamiento para consolidar el destino mediante la diversificación de la oferta para un desarrollo turístico sostenible.

El Geomuseo se basa en la completa y extensa colección de minerales, rocas y fósiles que llegó a Aracena en 1983, cedida por el geólogo Francisco Orden Palomino, junto con nuevas donaciones, como las de Francisco Fernández Amo, y adquisiciones del propio Consistorio. El Ayuntamiento tenía el objetivo de relanzar y poner en valor este recurso patrimonial por lo que acometió un proyecto de musealización en una nueva sede, siendo ampliada con nuevas piezas y expuestas de forma didáctica.

Para el alcalde, Manuel Guerra, el Geomuseo es “la culminación de un proyecto en el que llevamos trabajando muchos años, que supone no sólo la apertura de este recurso turístico, sino también la rehabilitación y recuperación de un patrimonio común como es el antiguo depósito de agua, que celebra este año su centenario, en el que se han invertido 250.000 euros de fondos municipales para su adecuación, así como 32.000 euros provenientes del PFEA para la adecuación de su entorno”.

Manuel Guerra destaca el paso más que supone este Geomuseo tras el Gabinete Geominero inaugurado en 1983. “Creíamos interesante que Aracena pudiese tener algo más, como este Museo, completado ahora con nuevas donaciones y una colección de minerales luminiscentes adquirida por el Ayuntamiento”. El Geomuseo, equipamiento incluido, ha contado con una inversión de 59.000 euros provenientes tanto del presupuesto de Municipio Turístico que concede la Consejería de Turismo como de fondos municipales.

“Hablamos del primer museo geológico de la provincia y esperamos que sea referente del futuro Geoparque Iberia en el que se trabaja desde Huelva y Portugal”, comenta el alcalde, quien hace hincapié en el refuerzo y diversificación de este proyecto para aumentar la oferta cultural, turística y científica de Aracena, con un nuevo recurso que formará parte de la ‘Tarjeta Aracena Turística’, junto a la Gruta de las Maravillas, el Museo del Jamón y el Recinto Fortificado.

Inauguración del Geomuseo de Aracena. / M.G

Recorrido geológico por todo el mundo

El Geomuseo será un espacio, donde a lo largo del recorrido por las dos salas que lo componen, se podrán contemplar las piezas de la colección Francisco Orden Palomino procedentes de África, India, Japón, EEUU, Canadá, Colombia, México, Brasil, así como de distintos puntos de Europa con predominio de España y Portugal.

En la segunda sala se encuentra un conjunto de minerales luminiscentes, conocida como Sala Negra de Aracena. Se trata de la más grande de Europa, con unos 1.200 ejemplares, constituyendo una de las expresiones más espectaculares del mundo mineral. Sólo un selecto grupo de minerales y gemas poseen la propiedad lumínica de fluorescencia y entre ellos destacan algunos ejemplares por su brillo excepcional. Se ha pretendido realizar una musealización que integre todos los valores geológicos, mineralógicos, paleontológicos y culturales existentes en el Geomuseo, mostrando de una manera didáctica e interactiva estos recursos.

Este nuevo recurso turístico se ha instalado en un histórico edificio municipal, con unas especiales características arquitectónicas. En 1925, la iniciativa de Dolores y Rosa Calonge Valladares posibilitó el proyecto del ingeniero Joaquín Méndez Martín para construir un depósito de agua realizado en mampostería en el cerro del Castillo. El agua del acuífero de la Gruta de las Maravillas se elevaba al depósito y se almacenaba para su posterior distribución. Este sistema se dejó de emplear a finales del siglo XX para la protección del acuífero de la cavidad y poco después, quedó en desuso. El exterior del edificio se ha adecuado como un espacio público con múltiples funciones, como un mirador, planisferio, área recreativa, espacio para el avistamiento de aves, auditorio al aire libre y punto de interpretación del paisaje. Su ubicación y sus características constructivas, le han dado uso para constituirse en un área de interpretación del paisaje.

Además, el gran dominio visual del entorno que presenta el Cerro del Castillo, lo convierte en un observatorio perfecto para contemplar el entorno urbano y natural de Aracena que permite al visitante, interpretar los principales hitos paisajísticos.

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