Un ganadero denuncia que un error burocrático le impide cobrar 90.000 euros

No se moverá hasta que le indiquen cómo subsanar los problemas de índole "administrativa" que le impiden cobrar en los últimos dos años la subvención por ganado a la que asegura tener derecho y de la cual depende el que su empresa no vaya a la bancarrota. Con este objetivo y con carácter indefinido se ha plantado Francisco José Chavero a las puertas de la Delegación Provincial de Agricultura, exigiendo las ayudas que viene cobrando sin ningún tipo de contratiempos desde que en 1993 se le asignara a cada ganadero la cantidad de vacas nodrizas sujeta a subvenciones. Desde entonces "no he dejado de tener todos mis papeles en regla", asegura.

La crisis y el consiguiente desplome de los precios de la carne de vacuno han convertido en una entelequia un modelo de negocio que se ve supeditado a las subvenciones. De ahí que la supervivencia no se conciba sin el dinero que inyecta la comunidad europea.

El ganadero posee una finca de 400 hectáreas en El Rocío dentro del paraje del Alamillo, concretamente en el Plan Almonte Marismas, en el subsector 2.15, enclave donde pastaban sus cerca de 300 reses. No obstante, aunque su ganado lleva 33 años pastando en la zona, los técnicos de la Junta concluyeron hace dos años que la zona es ilegal para esta práctica, lo que le llevó a tener que arrendar una finca en la Puebla de Guzmán con el objetivo de proseguir su actividad, para lo cual trasladado hacia allí 200 cabezas.

Pero ni con estas. Según el almonteño, "lo último que se ha sacado de la manga la Administración es que todo se reduce a un problema con el catastro, donde supuestamente me adjudican una parcela diferente de la mía". Una explicación que no le convence del todo, al estimar que en el 2007 se le concedió la subvención sin ningún tipo de problema, mientras que, a partir de 2008, se le deniega a pesar de que la petición la cursa la misma entidad y con los mismos datos catastrales. Chavero teme que estos errores administrativos se deban a "represalias" por el hecho de haber denunciado públicamente y ante los organismos competentes las prebendas de las que gozaban algunos ganaderos cuyas reses pastaban "a sus anchas" en zonas de alto valor ecológico como el entorno de Doñana. Una práctica a su juicio "descontrolada" y frente "al silencio y la vista gorda de las administraciones", motivo por el cual cursó numerosos escritos dirigidos a la Oficina Comarcal Agraria (OCA) en la que se ponía en conocimiento estos hechos, a la vez que se pedían medidas para evitar esta "práctica ilícita".

Por su parte, La Delegada de Agricultura y Pesca, Esperanza Cortés, ha recordado que la empresa gestionada por Chavero ha venido incumpliendo de forma sistemática los requisitos que exige Bruselas para poder acogerse a las distintas subvenciones ganaderas, y así se le ha reiterado en las entrevistas que mantuvo con los técnicos.

En concreto, recordó que Chavero atesora "un amplio historial de denuncias" relativas a que su ganado paste fuera de las lindes de sus fincas, ocupando zonas catalogadas como forestales e incluso agrícolas. Por otra parte relata que durante las inspecciones rutinarias que se practican para la concesión de vacas nodrizas, las reses de esta empresa no se encontraban en la finca que figuraba en la petición de subvenciones. Es más, la delegada matizó que no tienen conocimiento de que previa a la inspección comunicara a la administración que dirige que sus reses se encontraban en una finca alquilada en la Puebla de Guzmán, como sostiene el ganadero.

Cortes recalcó que, aunque la Junta actúe como organismo pagador, es necesario ser enormemente escrupuloso con este tipo de inspecciones ya que "de ello depende que luego la UE no aplique las correcciones oportunas con las pertinentes sanciones".