Fosas comunes de la Guerra Civil: Las tres generaciones prisioneras del Charquillo

Las excavaciones en la fosa común de Zufre continúan arrojando por segundo año restos de víctimas fusiladas durante la Guerra Civil

Recuperados los restos óseos de 79 víctimas en las fosas comunes del cementerio de Riotinto

Restos encontrados en la fosa común de Zufre. / M.G.

Reyes Ortega (65 años) se crió entre historias de huidas y paraderos desconocidos. Era de aquellas niñas que no se separaban de sus abuelos. De él, recuerda su silencio. Cierta mirada de dolor y desesperanza —de la que nunca brotó una sola lágrima— que lo acompañó hasta el día de su muerte. De ella, auténticas hazañas para mantener a los suyos con vida, siempre jugándose la propia.

Se estima que son los restos de 42 personas los que esperan para volver a tener nombre y apellidos en la fosa común de Zufre. Reyes es una de las familiares del pueblo que ha decidido reclamar aquellos vestigios humanos, un gesto con el que le regala a la memoria de su abuelo su deseo de saber donde posar un ramo de flores y descansar, al fin, sus distraídos ojos.

Por desgracia, él ya no vive para despedirse dignamente de su padre y de su hermano, que se presuponen en el interior de la fosa común que colinda con el cementerio, un terreno denominado el Charquillo, donde fueron fusilados y arrojados al vacío. Pero sí que está ella, que ahora trata de reconstruir cada episodio de su historia con los retales que le dejó su familia.

Una fotografía de los abuelos de Reyes. / M.G.

Era el año 1.936. Dos hombres —Valerio Garzón y Manuel Díaz— corrían para cobijarse a las afueras del pequeño pueblo de Zufre, que pocos rincones donde esconderse tenía ya para ofrecer. Con apenas treinta años y la única compañía de un perro viejo, estaban dispuestos a mantenerse unidos hasta que la Guerra Civil se diera por finalizada. "Ladrará y nos cogerán", decía Valerio, abuelo de Reyes.

"Ambos huyeron. Estaban por la noche debajo de un puente y tenían a los guardias civiles justo encima. Por el perro decidieron separarse. Poco después, mi abuelo se enteró de que habían pillado a Manuel. Lo ataron a un caballo, lo arrastraron hasta el pueblo, y lo fusilaron allí", narra a Huelva Información.

Valerio, sin embargo, corrió otra suerte. Esa misma noche huyó hasta una finca del pueblo, donde permaneció escondido durante los tres años que duró la guerra. "Comía de lo que conseguía del campo y con lo que mi abuela —su mujer— le llevaba por la noche. Cuando tuvo noticias de que la guerra iba a terminar, cogió patas de conejos que cazaba y las colgó en una cuerda. Se dejó la barba y el pelo largo para demostrar que había estado huido y que no había cometido delitos de sangre y así fue como se salvó". En 1939, Valerio volvió al pueblo. Lo juzgaron y cumplió tres años de condena.

En las actas de defunción figura que murieron por anemia, un descaro impresionante"

De su padre, el bisabuelo de Reyes —José Garzón, 58— poco sabe con total certeza. Aunque el testimonio lo ubica entonces en el Charquillo y ahora en el interior de la fosa —junto con su otro hijo, de 31 años—, en el acta de defunción figura que ambos fallecieron en el mismo lugar por anemia aguda. "Un descaro impresionante", añade Reyes.

Además de lo que le contaron en su casa, apenas conoce la historia de aquellas dos personas. No existen fotos, ni documentos, ni nada que la ayude a profundizar en sus raíces. "Parece que a mi bisabuelo lo mataron por no delatar a su propio hijo, mi abuelo. Al hermano de mi abuelo lo mataron por casarse por la República", detalla.

Aunque su abuelo, único superviviente de esta historia, nunca lo dijo, sabía que uno de sus sueños hubiera sido enterrar a su padre y hermano en "un lugar en el que descansar para siempre". Tenía pocas expectativas de que prosperase su objetivo, "pero gracias al apoyo de la Asociación por la Memoria Histórica y del que hoy es alcalde, es como esto ha ido para adelante". Pretende así hacer realidad una cuestión de "dignidad" hacia las personas que yacen en la fosa y que fueron condenadas al olvido.

Abuelos de Reyes de jóvenes. / M.G.

La delicada tarea de devolver la identidad

Félix Bizarro, codirector del proyecto de Localización, excavación y exhumación de víctimas de la Guerra Civil en el Cementerio Municipal de Zufre, contabiliza ocho fosas ya exhumadas que se reparten alrededor del patio civil del cementerio del pueblo. Además, han localizado una más que no podrá abrirse este año "por una cuestión de tiempo".

Junto con Adriana Martín, antropóloga y arqueóloga, trabajan por segundo año consecutivo en los sondeos y la extracción de los individuos y restos materiales.

"Los cuerpos presentan todos evidencias de muerte violenta, ya sea con orificios de entrada y salida del proyectil en la cabeza o en el postcráneo, es decir, en el resto del esqueleto. Hay tanto impactos de bala como fracturas por golpes recibidos en el momento del fallecimiento. Y las posturas son anómalas, por lo que no responden a un enterramiento ritualizado", cuenta el arqueólogo a este periódico.

Restos óseos encontrados en Zufre. / M.G.

La represión acabó con la vida de unas "42 o 43 personas de Zufre". Muchas de ellas se encuentran repartidas en fosas individuales, de "cuatro o cinco individuos, aunque también hay fosas de uno y otras con dos personas".

Entre las dos campañas, la del pasado año y la de 2025, todos los restos extraídos han resultado ser de varones. Durante esta última actuación, han exhumado hasta cuatro fosas dando con nueve víctimas. Tres de ellos estaban en el interior de la cuarta fosa, "dos boca abajo y un tercero que está sobre su lado izquierdo".

Todos varones, repartidos en fosas de dos, tres, cinco o individuales, y con signos de muerte violenta"

Cada objeto que se devuelve a la superficie es fundamental para saber un poco más de lo que ocurrió. Comienzan abriendo sondeos, localizando cortes en la tierra en los que se realizó un enterramiento y excavando con material más fino para dar con los vestigios.

Luego, asocian los huesos a los objetos y los envían al laboratorio, donde se realiza un detallado estudio antropológico. "Ahí se buscan elementos de su vida, causas de la muerte, edad, sexo y cualquier patología. Para dar con sus familiares, hacemos extracciones óseas y cotejan la muestra", detalla.

Monedas extraídas durante las excavaciones. / M.G.

Durante todo el año, trabajan en proyectos de memoria histórica por toda Andalucía, y en los más grandes pueden llegar a permanecer seis o siete meses. En verano, sin embargo, aprovechan para centrarse en intervenciones más pequeñas como es el caso de Zufre. Pero incluso los proyectos más pequeños requieren más recursos. "Necesitamos una financiación sólida que permita realizar la exhumación completa del cementerio de una sola vez, porque se pierde dinero en abrir y cerrar", reclamaba.

Se dirige al pueblo para animar a las familias que sospechen tener algún pariente en la fosa común que se acerquen al cementerio y ofrezcan una muestra de ADN. "Esa información genética es cotejada por la Junta de Andalucía, aunque los resultados pueden tardar entre un año y año y medio".

El proyecto actual nace del reclamo de tres familias que llevan pidiendo la exhumación del cementerio de Zufre desde comienzos de los 2.000. Actualmente, superan ya la decena los parientes que han dado su ADN para recuperar a sus seres queridos.

Arqueólogos trabajando en las excavaciones. / M.G.

No fue hasta el año pasado que se abrió por primera vez. Desde entonces, nuevos familiares y vecinos han comenzado a aparecer para reclamar los restos de sus víctimas. Una situación que se repite en otros puntos de la provincia donde también se han exhumado fosas, como en la Cuenca Minera o Nerva.

Y es solo cuando acaba el proceso completo cuando se permiten reflexionar. Al fin, frente al foso de tierra vacío, vuelve el silencio y los arqueólogos conectan de nuevo con la realidad.

"No es como un yacimiento romano, porque aquí tienes un familiar a pie de fosa contándote como asesinaron a su padre o como tuvo que despedirse de su hermano cuando tenía tres años. Allí te sabes los nombres de las personas a las que buscas, lo que sufrieron y el dolor que ha corroído a las familias", goteando de generación en generación hasta llegar al día de hoy.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último