La flota de cerco de los puertos de Punta Umbría e Isla Cristina se encuentra a pleno rendimiento en la campaña de la sardina, después de que la Comisión Europea comunicara a los gobiernos de España y Portugal la cuota de captura para 2020.

Los barcos isleños capturan sardina desde hace más de una semana, pero la de Punta Umbría solo lo hace desde el pasado martes. Aunque el sector puede pescarla desde el mes de mayo, tras la resolución de la Secretaría General de Pesca con las disposiciones de ordenación de la pesquería de la sardina ibérica y un cupo inicial de 9.500 toneladas, no han comenzado a hacerlo hasta hace poco y con una nueva cuota. Como es habitual, los barcos de cerco reservan las capturas para los meses de verano cuando el pescado adquiere más valor. Como ya sucedió en la campaña anterior, los armadores concentran el trabajo en los meses de julio, agosto y septiembre.

Lo hacen en esta ocasión también a pesar de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, del escenario nacional e internacional y de toda las dudas que se ciernen sobre la temporada vacacional por la situación económica por la que atraviesa el país.

La venta de sardina se dispara en verano con la llegada de los turistas a las playas pero este año todo está condicionado a la evolución del Covid-19. Su valor en el mercado además puede ser un inconveniente añadido, de ahí que los pescadores esperan obtener el mayor número de capturas a fin de ofrecer la sardina a un precio más asequible para el común de los consumidores.

Las embarcaciones andaluzas tienen asignado un cupo de 2.490 toneladas para este año

La flota de cerco del Golfo de Cádiz podrá pescar 2.490 toneladas durante esta campaña después del visto bueno de Europa al tratarse de un plan que afecta a España y Portugal. Así los barcos de ambos países puedan pescar 19.106 toneladas en 2020, una cifra que supone duplicar prácticamente la cantidad que se había fijado provisionalmente al inicio de la campaña de pesca.

Entonces el cupo provisional era de 9.500 toneladas hasta el 31 de julio. De éstas 3.182 correspondían a España. A su vez, 1.240 toneladas eran para el Golfo de Cádiz y el resto para las flotas de Galicia y el Cantábrico Noroeste, es decir 1.942 toneladas. El caladero está abierto desde el pasado día 1 de mayo y si antes del 31 de julio se agota la cuota de captura establecida se procederá al cierre de la pesquería, una circunstancia que no se va a producir.

Con la nueva cuota, esto va a permitir que embarcaciones que tenían asignadas en la campaña anterior unas 14 toneladas podrán llegar ahora a las 30. La pesquería de la sardina es, junto con la del boquerón, la más importante y rentable para el sector del cerco del Golfo de Cádiz.

Stock del ICES

El 31 de enero de 2020 terminó el paro forzoso de dos meses para la regeneración del caladero pero los pescadores no han podido faenar inicialmente hasta el pasado 1 de mayo por desconocer hasta entonces el cupo de la UE para la sardina ibérica.

El cerco que faena en el Golfo de Cádiz solicitaba una cuota de sardina para la campaña 2020 unas 4.000 toneladas. La cifra resulta del reparto que le correspondería a la flota andaluza del cupo total de 30.000 toneladas que el sector hispanoluso demandaba atendiendo a los informes del ICES, que indican un stock de más de 300.000 toneladas.

Los pescadores sostienen que las reservas de sardina han ido aumentado de forma progresiva en los últimos años, mientras que la cuota se ha ido reduciendo. Así, en 2017 el stock fue de 103.000 toneladas y la cuota de 17.000; en 2018 de 180.000 y 12.000, respectivamente; y en 2019 de 223.000 toneladas de stock y de 10.800 de cupo.