La flota de arrastre sale a la mar sin haber cobrado las ayudas de la Junta

La localidad costera de Isla Cristina va recuperando poco a poco la actividad pesquera tras dos meses de parada biológica. Un total de 190 barcos entre Cádiz y Huelva dedicados al arrastre salieron ayer a faenar después de "una temporada de inactividad que ha sido durísima". Así lo describió José Antonio Lozano, un marinero que ha sufrido como otros tantos las consecuencias de la parada, "coincidiendo al principio con la vuelta de los hijos al colegio y afrontando unos gastos sin recibir ni un duro", dijo.

La parada de este año se ha visto acentuada por los retrasos en el pago de las ayudas, ya que tras sesenta días tanto marineros como armadores no han cobrado el dinero gestionado por la Junta de Andalucía . De los 190 barcos dedicados al arrastre, 110 tienen su base pesquera en la provincia de Huelva -Ayamonte, Punta del Moral, El Terrón e Isla Cristina-, siendo éste último el puerto de más a actividad, con unos 90 barcos de arrastre.

Para el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Mariano García, "gran parte de culpa en los retrasos la tiene la Administración pública por falta de coordinación, y se ven perjudicadas muchas familias", pues cada marinero espera recibir poco más de 1.000 euros por cada mes que ha estado sin trabajar.

García también lamentó que a fecha de ayer el calendario laboral y de horarios que elabora y facilita la Junta de Andalucía "tampoco nos ha llegado y los barcos no saben a qué hora tienen que salir a faenar".

Por este motivo los pesqueros de Isla Cristina se están rigiendo por un horario estipulado por la propia Cofradía que comprende desde las cuatro de la madrugada hasta las siete de la tarde. Durante ese tiempo los barcos van llegando escalonadamente a la lonja para la subasta del pescado.

Aunque los ánimos ayer en el puerto eran otros por la vuelta a la normalidad, todos se preguntan si en pocos días podrán cobrar las ayudas. "Hay que pensar que el mes que viene con la Navidad hay muchos días festivos, y esos no salimos a pescar y no ganamos y los gastos de multiplican", comentó un tripulante de El Martiño.

La vuelta a la mar no vino acompañada de grandes capturas. Descontento en general. Algunos barcos llegaron con 700 kilos, otros con menos como fue el caso del Yegua López, un barco que lleva 4 tripulantes. Todos son de familia. El armador, Rafael Yegua, está también enrolado y afirmó que "esto que traemos no cuesta más de 500 euros, frente a los 1.500 que se puede vender en un buen día".

A la falta de dinero y la poca pesca, Yegua añade como agravante que se ha gastado 12.000 euros en cambiar la malla, una nueva orden de la Unión Europea. "Antes era de 40 milímetros y ahora es de 55, aquí solo hacemos gastar y poco ingresar", denunció. Rafael mostró su preocupación, como otros muchos, por la próxima parada que tendrá lugar después de las Navidades, desde el 16 de enero hasta el 16 de febrero y advirtió que "si no vienen las ayudas no podremos parar".

Desde la oficina de la Asociación de Armadores de Isla Cristina se ha llamado varias veces a la Junta para saber qué pasa con la subvención y según aseguran "nadie les aclara nada". Una situación similar se vivió en 2006, pues el dinero también se retrasó.