Nueve filiales asisten a la romería de la Reina de Los Angeles

Peregrinos de la Sierra, de la Cuenca Minera y de Sevilla se reúnen hoy en la Peña de Arias Montano · La Matriz hace su entrada sobre las 9:30 para recibir al resto de hermandades

Los romeros se ponen en marcha desde bien temprano.
Los romeros se ponen en marcha desde bien temprano.
Javier Moya / Sierra

Alajar, 08 de septiembre 2010 - 05:01

La Sierra de Aracena y Picos de Aroche se paraliza en el día de hoy con motivo de la romería de la Reina de los Ángeles en la Peña de Arias Montano, donde sentó su residencia preferida el gran humanista del siglo XVI Benito Arias Montano.

Sin duda alguna Alájar se convierte durante todo el día en la capital serrana y el epicentro de la mayor aglomeración de público en torno a una festividad religiosa en toda la comarca. La Reina de los Ángeles, ya coronada, es la imagen más venerada por los creyentes del norte de la provincia de Huelva. Diez hermandades, nueve filiales y la Matriz, peregrinan cada 8 de septiembre hasta la Peña de Arias Montano, siendo la Hermandad Matriz de Alájar la primera en entrar en torno a las nueve y media de la mañana para, luego, hacer el recibimiento al resto de hermandades con el santuario como escenario.

Este año llegarán hasta Alájar para rendir culto a la conocida como Patrona de la Sierra los pueblos de Aracena, Fuenteheridos, Linares de la Sierra, Galaroza, Santa Ana la Real, Castaño del Robledo dentro de la comarca serrana junto a Nerva y Campofrío desde la Cuenca Minera y una filial de Sevilla.

Los orígenes de esta romería se remontan a los principios del siglo XX donde Aracena tuvo un papel determinante por ser varias personas de la alta sociedad aracenense del momento quienes emprendieron este ritual del ocho de septiembre de visitar a la Reina de los Ángeles. Incluso antes quienes iban a la romería eran representaciones de las hermandades que velaban por las imágenes patronas en cada localidad. De ahí que en 2009, por ejemplo, el cartel anunciador de la romería en Aracena fuera una imagen de la Reina de los Ángeles ubicada en el paso procesional de la Virgen del Mayor Dolor, patrona de la localidad, y que, precisamente, este próximo sábado será coronada sólo tres días después de la romería de la Sierra, la de Alájar.

Desde hace ya unas décadas varios pueblos de la provincia poseen hermandades filiales a diferencia de los orígenes con las patronas de cada pueblo y de carácter independiente, a semejanza del Rocío de Almonte y bajo la tutela de la Matriz de Alájar.

La Peña verá hoy un amplio espectro de serranos y visitantes llegados a pie, a caballo, en carretas o en vehículos, que se acercarán hasta las proximidades del santuario en lo más alto del pueblo donde se puede divisar gran parte de la Sierra, con paisajes sorprendentes y recomendables para la mirada de cualquier ser humano.

Cuando las hermandades estén presentes en la Peña será el turno de la misa en el Santuario ante la imagen, patrona de Alájar, y después uno de los momentos más esperados con la procesión por el recinto y bajo la representación de cada una de las hermandades. La imagen es siempre llevada por muchos devotos deseosos de coger un instante a la Reina de los Ángeles para pedirle plegarias y cumplir sus promesas.

Uno de los instantes más emotivos será cuando la imagen en andas se aproxime a la pared del mirador para que mire un año más el casco urbano de Alájar y lo proteja hasta que vuelva a salir el próximo año.

Después llega el momento de la convivencia entre los asistentes en un marco natural incomparable donde el buen ambiente, bajo la degustación de los productos típicos de la Sierra y las bebidas mas sugerentes, gana fuerza en el entorno del parque natural; en especial ponches y sangrías para refrescar el calor, aunque para hoy se prevé una jornada con temperaturas moderadas en comparación con días anteriores.

Ya por la tarde cada hermandad prepara de nuevo sus carretones con el Simpecado y se disponen a realizar la vuelta, tras un día de romería donde al final se espera la ausencia de incidentes y el disfrute de los presentes. La llegada a cada pueblo con el recibimiento de parte de los vecinos en las calles es otro momento acogedor y emotivo para los romeros que regresan de pasar un día de convivencia y fervor mariano.

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