Las familias de acogida de las niñas retenidas en el Sahara suman fuerzas
rociana
Exigen hoy en Madrid que Maloma Morales, Darya Embarek, Koria Badbab y Nadjiba Mohamed puedan regresar a España
Las familias de acogida de mujeres saharauis retenidas en los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia, pretenden sumar esfuerzos en su intento por sensibilizar a las autoridades e instituciones para que intercedan en su liberación.
Con este fin, Fórum Canario Saharaui (Focasa) ha organizado para hoy en Madrid un acto en el que exigirá la liberación la saharaui Maloma Morales (con nacionalidad española), y de sus compatriotas Darya Embarek, Koria Badbab y Nadjiba Mohamed, cuyos padres de acogida rocianeros llevan casi tres años peleando por que la chica pueda cumplir su deseo de regresar a la península.
La entidad canaria de ayuda al pueblo saharaui ha insistido en que todas ellas "son víctimas de una tradición tribal" que las priva de libertad y de la posibilidad de volver a España, un país en el que "residen legalmente desde hace años", tras haber participado en el programa de acogida Vacaciones en Paz, que anualmente promueve el Frente Polisario a través de las asociaciones solidarias con el pueblo saharaui en nuestro país.
Focasa detalla las retenciones de las jóvenes, todos ellas mayores de edad, "marcaron la visita a los campamentos del Secretario General de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon el pasado mes de abril". El alto mandatario reclamó, según el fórum, "la liberación inmediata y el regreso a España" de tres de las chicas, así como la localización de Koria, que permanece desaparecida desde hace cinco años.
En el último contacto que este periódico tuvo con Nadjiba, la joven dijo que "no entiendo por qué mi familia (saharui) me hace pasar por esto", mostrando su inequívoca voluntad de regresar a España. Ellos "me dicen que aguante un poco", que quieren disfrutar de mi presencia como lo haría cualquier padre, "pero luego el resto de la familia me dice que es mentira, que no me van a dejar volver nunca".
La joven rocianera desembarcó en Andalucía en el año 2000 con motivo del programa de Vacaciones en Paz, junto a centenares de niños que tratar de huir de las altas temperaturas que arrasan el desierto saharaui durante los meses de verano. Por razones médicas, se hizo aconsejable la presencia permanente de Nadjiba en España para curarse un flexo de rodilla y pie equino.
En 2013 su familia biológica le prometió que le cedería la documentación necesaria para obtener la nacionalidad española tras llevar más de diez años residiendo de forma ininterrumpida en España. Cuando viajó al continente africano, los saharauis le trasladaron el deseo de que regresase tras aprender las costumbres propias de su cultura y familiarizarse con el Hassani (dialecto del idioma árabe que se habla en la región desértica del suroeste del Magreb).
Sin embargo, lo que tendría que haber sido una estancia de sólo un par de meses se ha convertido en años. José María Contreras, padre de acogida de la joven denunció que su pasaporte argelino le fue confiscado a su llegada.
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