Ayamonte

Una familia denuncia amenazas de muerte tras presenciar un alijo de droga en la playa

  • Los narcos han agredido al trabajador municipal y le han dicho que le iban "a cortar las manos"

Una de las semirrígidas abandonadas en la marisma con una gran cantidad de droga.

Una de las semirrígidas abandonadas en la marisma con una gran cantidad de droga. / H. Información (Isla Cristina)

Un padre de familia residente en la localidad onubense de Ayamonte ha denunciado las amenazas de muerte que está recibiendo tras presenciar un alijo de droga en una playa de Isla Canela mientras realizaba labores de limpieza dentro de su jornada de trabajo.
 
Así lo puso de manifiesto en declaraciones a los medios la mujer de este trabajador del servicio de limpieza de playas, Leire Herrero, quien explicó que su marido a finales de abril contempló a varias personas en la orilla de una playa onubense que en un primer momento consideró mariscadores pero al acercarse se percató de que eran narcotraficantes.
 
En este sentido, señaló que su marido se asustó al ver "el bulto de una lancha y fardos tirados" en la playa, por lo que decidió llamar a su jefe para que diera aviso a la Guardia Civil y prosiguió su trabajo de limpieza de la playa en otra zona.
 
No obstante, Herrero relató que el 1 de mayo recibieron la visita de dos hombres en su vivienda. "Cogieron a mi hijo de once años que estaba jugando en la calle y le preguntaron dónde estaba su padre, al no contestar lo llevaron a la puerta de mi casa y al abrirles mi hijo me dijo que estos hombres querían hablar con su padre", indicó a la vez que dijo que insistieron en hablar con su marido.
 
"Estos hombres entraron en mi casa y le dijeron a mi marido que querían lo suyo, que se lo diésemos y que sino mandarían a unos sicarios", aseguró. Por ello, decidieron interponer una denuncia ante la Guardia Civil por amenazas.
 
Tras esta primera amenaza, relató esta madre que recibió una llamada telefónica en la que aseguraban saber quienes eran y donde vivían. "Me dijeron que mi marido se cuidara las espaldas cuando fuera por la calle porque le iban a quitar el pellejo", subrayó. Esta llamada se repitió una semana después en la que, según Herrero, insistían en que su marido le diera "lo suyo". "Nos dijeron que esto no se iba a quedar así y que sino le iban a cortar las manos" a su marido, explicó.
 
Asimismo, contó que el pasado viernes su marido fue abordado en la puerta de su vivienda tras terminar su jornada de trabajo por otro coche que le impidió salir de su vehículo, "le pegaron y le pidieron lo suyo otra vez". Sin embargo, mientras varios hombres "intentaron meterlo en el coche en el que venían" los vecinos alertados por los gritos de este trabajador salieron en su auxilio provocando la huida de sus presuntos secuestradores. 
"Ellos piensan que mi marido ha cogido algo, pero no sé qué quieren porque no ha cogido nada; él vio lo que había y se fue", insistió Herrero, que añadió que están "desesperados" y tienen "miedo". "No vivimos tranquilos, esto es un sin vivir, no comemos, no dormimos y cuando salimos a la calle vamos mirando a todos lados. Llevamos casi un mes con esta pesadilla", asegura.
 
De hecho, indicó que su marido "de noche no duerme, se pasa toda la noche despierto y con un cuchillo al lado". "Tiene miedo y todo lo hacemos juntos porque tiene pánico de que pueda pasar algo", agregó. Ante esta situación esta madre de familia ha pedido "una solución para poder seguir viviendo".
 
Por último, dijo que se sienten "desprotegidos" por la Guardia Civil. "Si hubiésemos tenido algún tipo de apoyo esto no hubiera pasado; necesitamos que nos ayuden con algún tipo de vigilancia y lo hacemos por desesperación", concluyó.

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