Línea riotinto - huelva

El expolio pone en jaque la futura viabilidad turística de la vía férrea

  • Los autores de la falta de hurto cometido tendrán que pagar unos 40 euros por la sanción · La Guardia Civil recupera el material que la familia de rumanos quitó del puente de Manantiales

El pasado domingo, miembros de la Asociación Medioambiental 'Senderos del Tinto' de La Palma volvieron a dar la voz de alarma. Mientras hacían una ruta de senderismo entre Berrocal y la población palmerina, siguiendo la orilla del río Tinto, observaron como un grupo de personas cargaban en distintas furgonetas hierros, tubos y plataformas del puente de Manantiales, por donde el grupo tenían previsto pasar.

De forma inmediata, se pusieron en contacto con la Guardia Civil para denunciar los hechos. Los agentes le hicieron saber que una patrulla estaría esperando a los infractores en el puente de Gadea. Tras proseguir la ruta, los senderistas se volvieron a encontrar otras dos furgonetas, cuyos integrantes estaban llevándose tramos de raíles del antiguo ferrocarril minero.

Agentes de la Guardia Civil de Villarrasa actuaron, tal y como habían anunciado, y procedieron a requisar toda la mercancía que se localizaron en el interior de tres furgonetas. Según los datos facilitados por la Benemérita, los que estaban realizando el supuesto expolio de la línea férrea eran seis hombres, cuatro mujeres y algunos niños, todos ellos de nacionalidad rumana.

Hasta el momento no se han podido trasladar las diligencias al juez de guardia de La Palma porque la Guardia Civil estaba esperando la correspondiente denuncia que deben realizar los miembros de la citada asociación medioambiental, ya que ellos fueron los que vieron cómo perpetraban el desmontaje de la infraestructura férrea.

No obstante, añadieron que como sólo se trata de una falta de hurto, a los componentes de este 'clan' rumano el juez les impondrá, como mucho, una sanción económica que podría oscilar entre los 30 y los 40 euros. Vamos, una insignificancia, si se tiene en cuenta en valor histórico y patrimonial de esta línea de ferrocarril por donde se transportó hasta el puerto de Huelva todo el mineral que se extrajo de las minas de Riotinto.

Si el domingo fue el portavoz de Ecologistas en Acción, Juan Romero, quien pedía la intervención de las administraciones públicas competentes para evitar que "continúe el expolio y desmantelamiento tanto del citado ferrocarril del siglo XIX como de sus propias infraestructuras, ayer lunes fue el alcalde de Villarrasa, Ildefonso Martín, quien lamentó este nuevo 'atentado' patrimonial.

Martín aseguró que ya en 2007 el Ayuntamiento local denunció ante la Guardia Civil otros episodios similares y que han provocado la destrucción por completo de esta línea a su paso por la población de Villarrasa.

En aquella ocasión, y tras las oportunas diligencias, la Benemérita detuvo a dos personas por la usurpación de los terrenos. No obstante, la actuación de la Guardia Civil no pudo evitar que la línea de ferrocarril, "a lo largo de los 6 ó 7 kilómetros por los que discurría la vía a lo largo del término, fuera completamente expoliada", comentó, si bien el edil no supo precisar si de este saqueo "se habría librado un pequeño tramo". A pesar de este revés, Martín considera que el proyecto de recuperar la vía puede ser perfectamente factible, en primera instancia con la construcción de una vía verde y, posteriormente, con la restauración de los antiguos molinos y la reconversión de las antiguas estaciones en albergues".

Una iniciativa que, según enfatizó, "no nos hace descartar la reconstrucción de la vía férrea" siempre y cuando los estudios del proyecto emprendido por la Mancomunidad de Desarrollo del Condado resuelven que es viable económicamente.

Tanto la mancomunidad como los ayuntamientos de Paterna, Villarrasa, Niebla o La Palma, por los cuales discurren las aguas del río Tinto a su paso por el Condado, albergan la esperanza de poner en valor uno de los ríos más singulares del mundo. El objetivo no es otro que brindar a esta comarca de un nuevo referente turístico que ponga en valor la riqueza biológica de unas aguas en las que se formó la vida hace casi cuatro mil millones de años, al tiempo que se ensalzaba el privilegiado entorno por el que discurre su cauce por estos términos.

De ese proyecto embrionario (cuya primera hoja de ruta no dejó de ser más que una declaración de buenas intenciones), una de las iniciativas más ambiciosas la constituía la recuperación del trazado de la viaje vía de ferrocarril que conecta la Cuenca Minera con Niebla, amén de construir en paralelo a dicha vía un corredor verde para el disfrute de los transeúntes y vehículos sin motor.

Ahora, además de las dificultades que entraña encontrar las vías de financiación necesarias para hacer viable el proyecto, el expolio continúo al que se ve sometida la viaje vía férrea, puede haber dejado completamente sentenciado un proyecto ya oxidado en los cajones de las distintas administraciones. De hecho, de persistir en la iniciativa, la nueva realidad obligaría a reconstruir literalmente la vía del tren, dado que en algunos puntos del trazado tan sólo quedan las huellas de los railes.

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