aracena | apuesta por la conservación del patrimonio histórico

Las excavaciones en el castillo revelan una vivienda almohade

  • La intervención realizada este verano arroja luz sobre la arquitectura doméstica y urbana andalusí y la fortificación militar

  • El Ayuntamiento invierte 34.000 euros en la cuarta fase

Del importante pasado andalusí de Aracena, ya se sospechaba con la aparición de los primeros restos arqueológicos a los pies del castillo. Ahora se tiene un poco más claro con los hallazgos de la cuarta campaña de excavaciones realizadas en el mismo asentamiento. Entre ellos, la planta completa de una importante vivienda de época almohade (siglos XII-XIII), en buen estado de conservación, que revela mucho de la arquitectura doméstica y urbana andalusí.

El Ayuntamiento serrano dio a conocer ayer el resultado de estas excavaciones, las cuartas en el lugar, iniciadas en junio pasado y financiadas con 34.000 euros de los fondos municipales, en la visita realizada por el alcalde, Manuel Guerra, para conocer los importantes avances realizados.

La nota más destacada está en esa vivienda de la que se conserva casi la totalidad de dependencias, como un patio, escaleras que revelan la posible existencia de un segundo nivel, el umbral de entrada de la calle, e incluso la vía de acceso a las casas, con escalones para salvar la pendiente del terreno en el que se asienta, o la posible existencia de la poterna o puerta secundaria del flanco sur.

Estos elementos demuestran, según los arqueólogos, que el poblado almohade de Aracena fue muy relevante, con la existencia de una estructura urbana notable, con manzanas que agrupaban varias viviendas y otros espacios para el uso social, así como elementos de la fortificación que se relacionan con su defensa y la presencia militar.

Junto a esta vivienda destaca la existencia de muros de hasta 1,70 metros de altura que ratifican que la muralla originaria del primer poblado de Aracena se remontan a la época califal-taifa, entre los siglos X y XIII, de la que parte la línea cronológica de los restos que se reparten entre distintos periodos históricos de la ocupación árabe de la Península.

En esta intervención han aparecido también monedas portuguesas, de la época de Sancho II, y bastantes restos cerámicos, algunos de ellos enmarcados en el contexto histórico-social de Medina Azahara, además, de restos abundantes de ceniza y huesos de animales, como linces, lobos y osos, documentados por una investigadora portuguesa.

El director de las excavaciones, el arqueólogo aracenense Eduardo Romero, destacó ayer durante la visita del alcalde la existencia de "un cierto urbanismo, con casas adosadas, la existencia de una calle con orientación sur y canalizaciones de agua y toda la estructura completa de la casa-patio tradicional de esta época, cuya decoración y dimensiones nos dicen que era de una importante categoría".

Junto a Romero, otro especialista de Aracena, Omar Romero de la Osa, más Timoteo Rivera, natural de Cala, y un equipo de casi una decena de trabajadores del municipio para realizar el movimiento de tierras necesario, siguiendo las instrucciones de la dirección arqueológica.

Puesta en valor

Ahora, el siguiente paso es que la empresa adjudicataria por parte de la Diputación se encargue de ejecutar los trabajos de adaptación, acceso, señalización y puesta en valor para las visitas turísticas a los nuevos elementos revelados en las excavaciones, para incorporarlo lo antes posible a la rica oferta del recinto, junto a lo ya excavado en el flanco norte.

El objetivo es que estos trabajos comiencen en las próximas semanas y que estén terminados a principios de 2019. Serán financiados gracias con fondos del proyecto Fortours, dentro de la iniciativa comunitaria Interreg V, con un presupuesto de 469.000 euros.

En paralelo, el Consistorio serrano está estudiando presentar un nuevo proyecto de excavaciones, el quinto en el lugar, para la nueva convocatoria de Fortours II, cuya resolución se conocerá a finales de este año.

"La gran extensión de este lienzo sur junto a la relevancia de los hallazgos encontrados nos anticipan la necesidad de hacer una nueva fase de excavaciones arqueológicas, que en principio no estaba prevista, ya que hay grandes incógnitas e inicios de estructuras que nos llevan a seguir rescatando", señala Manuel Guerra.

Dentro del Plan Director del Recinto Fortificado del Castillo de Aracena, cada excavación ha provocado varias modificaciones debido a la información recopilada y completar la existente.

El Plan Director se aprobó en 2010 a través de los departamentos de arqueología de la Diputación de Huelva y de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, bajo el trabajo, compromiso, responsabilidad y rigor histórico del Ayuntamiento de Aracena.

La actual ha sido la cuarta intervención arqueológica realizada en el Castillo de Aracena. La primera, ejecutada en 2007, tuvo un carácter más general, aunque se centró principalmente en la cerca urbana. La segunda se realizó en 2012 en el área del Alcázar, y la tercera, llevada a cabo en 2014, se centró en el flanco norte.

Esta cuarta intervención recién concluida se ha hecho en el flanco sur, que es donde mejor se han conservado los lienzos históricos del castillo, aunque todavía se desconocen algunos elementos importantes. Las excavaciones, aún así, han aportado datos muy concluyentes sobre el trazado original de la muralla y, por tanto, de la configuración del recinto fortificado, de la entidad política y social que tuvo en distintos momentos históricos y conforman que el poblamiento fue un enclave de una enorme importancia, tanto en época islámica como a partir de la conquista cristiana.

El origen de Aracena se sitúa en la cumbre del cerro que ocupa el castillo. En época medieval era una villa fortificada, defendida por una cerca muraria y la fortaleza, en cuyo emplazamiento se han encontrado los restos arqueológicos de los siglos X al XIII que evidencian una importante población de la época de Al-Ándalus.

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