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A por las esquivas doradas y herreras a surfcasting en la playa de Punta Umbría

  • Los secretos de una buena jornada de pesca desde la orilla con Víctor Cabrera y José Pérez en la costa onubense

Víctor y José muestran algunas de las capturas de la jornada

Víctor y José muestran algunas de las capturas de la jornada / Dani Salas (Punta Umbría)

Cada vez es más habitual observar en el litoral onubense, durante todo el año, aficionados al surfcasting tanto locales, como llegados desde cualquier punto de España, lanzando sus cañas en busca de grandes capturas. Son muchos, y de muy diferentes especies, los ejemplares que tienen su hábitat en estas aguas atlánticas.

Pero para pescar desde orilla es necesario planificarse muy bien, para lo cual hay que tener en cuenta, fundamentalmente, el estado de la marea en cada momento, las condiciones meteorológicas, o las costumbres y hábitos de las especies que se pretenden capturar. Solo así conseguirá el pescador obtener especies tan esquivas como la dorada o la herrera.

Para ello también han de emplear los mejores materiales, que otorgarán una mejor fiabilidad y garantía a la hora de ejercer la acción de pesca.

En el documental que adjuntamos, rodado a principios de octubre en las playas de Punta Umbría, su autor, el onubense Dani Salas acompaña a Víctor Cabrera y José Pérez, dos experimentados pescadores, en la búsqueda de su gran objetivo: la captura de grandes doradas y herreras, que en esta época del año costean por las playas onubenses. Para ello se emplearán a fondo.

La jornada elegida está marcada por el buen tiempo y la abundancia de peces, por lo que es ideal, aunque las deseadas rayadas, las herreras, no aparecieron hasta el final del día, poniendo con ello la guinda a una jornada de pesca inolvidable.

Uno de los dos pescadores muestra una de sus capturas Uno de los dos pescadores muestra una de sus capturas

Uno de los dos pescadores muestra una de sus capturas / Dani Salas (Punta Umbría)

Para hacerse con las especies buscadas, los cebos que emplean estos dos pescadores son longuerón, catalana y americana, que ensartan en sus anzuelos para comenzar a calar las cañas con el inicio de la marea. Con los cebos ya en el agua, solo falta esperar.

A los pocos minutos llega la primera picada. José tienta su caña, y por sus gestos parece que se trata de una buena pieza. Con los hilos tan finos que está empleando, tiene que combatir al pez con mucha delicadeza, poniendo gran atención al freno del carrete y evitando hacer movimientos bruscos.

La jornada de pesca tuvo lugar en las playas de Punta Umbría La jornada de pesca tuvo lugar en las playas de Punta Umbría

La jornada de pesca tuvo lugar en las playas de Punta Umbría / Dani Salas (Punta Umbría)

Tras varios minutos ya está al pez en el rebalaje. Es el momento más delicado de cualquier captura. A una cuarta de agua ya se puede apreciar que se trata de una bonita dorada.

Tras el desanzuelado del ejemplar, la actividad continúa, y no pasa mucho tiempo hasta que Víctor clava otra pieza y, tras un buen trabajo, termina teniendo en la arena su primera captura del día. Se trata de otra bonita dorada.

El empleo de buenos materiales es fundamental para poder capturar a las esquivas doradas, así como también de los mejores cebos.

Una de las doradas capturadas durante la jornada Una de las doradas capturadas durante la jornada

Una de las doradas capturadas durante la jornada / Dani Salas (Punta Umbría)

Ya queda poco para que la marea termine de subir, la actividad de los dos pescadores continúa en la orilla de la playa puntaumbrieña, y José clava otra dorada, que tras varios minutos de lucha termina entregándose.

Entonces aparece el desagradable roame, ese pequeño pez que devora el cebo en cuestión de minutos. Es el momento de cambiar de táctica.

Sigue pasando el tiempo y, por fin, aparece la gran dorada que vienen buscando. El sueño de cualquier pescador de surfcasting. Sin lugar a dudas, jornadas como la que están viviendo son las que crean afición. La suerte ha estado al final de su lado. Y para poner la guinda… aparecen las herreras.

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