Dos especies de avispa, claves en la lucha contra el piojo rojo de los cítricos
La empresa Riotinto Fruit y la Junta de Andalucía financian una investigación de la Universidad de Sevilla El control biológico de la plaga evita el uso de pesticidas
Una investigación sobre control biológico de plagas, financiada por la empresa onubense Riotinto Fruit y la Junta de Andalucía, ha permitido conseguir erradicar el piojo rojo de los cítricos andaluces mediante la utilización de dos especies de avispas denominadas Comperiella bifasciata y Aphytis melinus.
El piojo rojo o cochinilla californiana constituye una de las plagas de mayor importancia económica para la producción de cítricos a nivel mundial y en especial de la agricultura andaluza; de ahí la importancia de encontrar nuevas soluciones, alternativas a los plaguicidas, con los que combatirla y su principal daño es cosmético, debido a que daña la superficie del fruto y esta situación hace que pierda prácticamente su valor comercial.
En este sentido, José Enrique González Zamora, responsable de la investigación, desarrollada por el Departamento de Ciencias Agroforestales de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla, explicó a través de un comunicado que, "como mínimo una vez al año, normalmente sobre el mes de junio, los agricultores andaluces emplean tratamientos fitosanitarios para combatir esta plaga y si es necesario se lleva a cabo otro tratamiento en agosto".
Frente a esta situación, los expertos proponen un control biológico con la introducción masiva de pequeñas avispas que colonizan los cultivos y regulan las poblaciones de estos parásitos perjudiciales de los cítricos.
Estos investigadores han criado, durante tres años, en el propio centro universitario el piojo blanco Aspidiotus nerii, muy parecido al piojo rojo de California; han maximizado la producción masiva de Aphytis melinus y han estudiado en profundidad su biología para conocer el efecto que los plaguicidas tienen sobre esta avispa.
Además, según los investigadores, se han hecho ensayos también con Comperiella bifasciata para observar su rendimiento como enemigo natural.
Tras este trabajo, González Zamora considera que "lo ideal es contar con las dos especies como controladores biológicos, ya que parasitan en estados de desarrollo distintos y están adaptados también a condiciones ambientales bastante diferentes.
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