La ermita zalameña de San Blas se salva por poco de las llamas
El rebrote de uno de los focos ubicados en el entorno de la Estación Vieja lleva el fuego a los alrededores del templo
La ermita de San Blas, localizada en Zalamea la Real, se salvó por poco del fuego, después de que el rebrote de uno de los focos ubicados en el entorno de la Estación Vieja durante la tarde del sábado provocase la extensión del fuego en dirección este, en una zona mayoritariamente poblada por eucaliptos y pinos.
Las llamas llegaron hasta los alrededores de la citada ermita, desde donde se propagaron hacia el suroeste. En este contexto, la mancha roja que se ha quedado junto a la ermita indica la utilización de retardantes, unos productos que, incorporados con agua y mediante mecanismos químico-físicos, pueden retardar el avance del fuego y si la intensidad lo permite, llegar a pararlo. De este modo, teñir la zona ya rociada ayuda a los bomberos por aire y tierra a saber qué partes de la ermita no necesitan más actuaciones.
En esta ermita cada año se celebra la festividad de San Blas el tres de febrero, la cual data de finales del siglo XV, siendo la segunda más antigua erigida en Zalamea la Real, después de la ermita de San Vicente. En su construcción fueron aprovechados sillares de piedra de época romana, que aún hoy en día se pueden ver.
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