La ermita de San Salvador de Puerto Moral es una de las más peculiares de la comarca serrana. No desde el punto de vista monumental sino desde el histórico. Y lo es porque se encuadra dentro de unas construcciones muy raras y extrañas, difíciles de encontrar hoy en día. Así explica el investigador Santiago González a Huelva Información la importancia de una construcción del S.XIII que en estos momentos sufre un estado de abandono y deterioro notable. “Los temporales del último año han ocasionado que el muro suroeste se venga abajo e incluso ha tapado restos de época romana, además de basamentos de época visigoda”.

La ermita se encuentra dentro del grupo de iglesias serranas de repoblación, una serie de construcciones que se levantaron hace varios siglos con el pretexto de repoblar territorios a través de la fe. Allí se hizo bajo la advocación de San Salvador, “que es muy antigua y viene de la zona del norte de Castilla”. El investigador asegura que perder la ermita de San Salvador “no es perder una ermita cualquiera” sino que desaparecería “parte de la esencia de esos primeros repobladores que estuvieron en la Sierra”.

Esta ermita es de ábside plano, es decir, que carece de ábside. “Es como una casa grande con tres arcos apuntados”. Y su importancia histórica crece porque se construyó “seguramente” sobre restos visigodos. Además la misma ermita se sitúa “sobre un poblado de época romana”. En esta línea, Santiago González explica que “es una síntesis de todo, que es la cultura de la Sierra y de la provincia”. La importancia que le da este investigador a esta construcción es que la ermita de San Salvador es un caso “excepcional”. El resto de esta tipología están “reformadas, reconvertidas o desaparecidas”.

La ermita está ubicada en un antiguo camino que venía del norte de la Península y que llegaba hasta el sur de Andalucía. Un camino de transhumancia, que hacía de entrada de la repoblación que se llevó a cabo después de la toma de tropas cristianas que llegaban de Portugal, explica Santiago González. Por otro lado, la construcción ha tenido numerosas intervenciones durante el siglo XVIII.

La ermita está “abandonada” desde hace 6-7 años y hasta entonces tenía usos agrarios, cuenta el investigador. La construcción ha servido como cuadra para cerdos, caballos, ovejas... y “seguramente” fue la razón para que el espacio se salvara de la desaparición “porque los dueños lo único que hacían era cambiar las tejas del tejado para que la casa no se cayera”. Y es que la ermita se encuentra en un terreno privado –actualmente la propiedad del espacio es de una entidad bancaria, según el alcalde de Puerto Moral, Mario Guzmán– pero después del abandono y a causa de los temporales el tejado sufre desperfectos, parte se ha derrumbado y los arcos apuntados también están deteriorados.

Imagen de la parte muro que se ha desplomado a causa de los temporales.

Eso sí, que la ermita de San Salvador esté en suelo privado “no justifica que se pierda”, explica Santiago González que pide a la Junta de Andalucía que atienda este patrimonio de rico valor histórico. “Estamos a tiempo de recuperarla”, asegura el investigador, quien asegura que ha habido monumentos de la Sierra de Aracena en peores condiciones y que finalmente se han recuperado. En su opinión, una de las actuaciones como medida de prevención es vallar el perímetro de la ermita para impedir que puedan acceder animales que estén en libertad.

Santiago González tiene 52 años y sigue la evolución de la ermita de San Salvador desde hace 14 años, además de colaborar en muchas acciones en el tema patrimonial de la Sierra. Una de las curiosidades es que la figura de San Salvador, advocación por la que se levantó la ermita todavía existe, aunque se encuentra en otra localización. Tras las invasión napoleónica, la escultura fue trasladada a la iglesia de San Pedro y San Pablo de Puerto Moral, donde ocupa la hornacina central superior de su retablo mayor.Ahora, es momento de poner en el mapa esta ermita histórica del legado serrano que ha sufrido el abandono durante estos años atrás y que ha ocasionado su deterioro. Santiago González todavía confía en su recuperación.