Entrevista | Carmen de Asido Orellana, comandante de la Guardia Civil

“La Guardia Civil es una institución actual, fiel reflejo de la sociedad de hoy”

  • Desde julio es la primera mujer comandante de la Guardia Civil en Huelva, y segunda en Andalucía 

  • Reivindica la actualización del cuerpo y la cabida que tiene cualquier profesional

Carmen de Asido Orellana Dávila, primera mujer comandante de la Guardia Civil en Huelva

Carmen de Asido Orellana Dávila, primera mujer comandante de la Guardia Civil en Huelva / Jordi Landero (Huelva)

Se llama Carmen de Asido Orellana Dávila, tiene 39 años, es de Medina Sidonia (Cádiz), aunque por sus venas ya corre sangre onubense, después de llevar en Huelva doce años, de haberse casado en esta provincia, y de tener una hija "choquera", como ella misma la define. A todo ello suma que es psicóloga, y desde el pasado mes de julio la primera mujer comandante de la Guardia Civil en Huelva, y la segunda en toda Andalucía.

Pero sobre todo la definen su humildad, sencillez, cercanía, jovialidad, vocación de servicio público y su enorme sentimiento de pertenencia a una institución como la Guardia Civil, donde ingresó en el año 2007 sin contar con un pasado familiar que la vinculase al cuerpo.

-¿Por qué decidió ser Guardia Civil?

-Me captaron en la Universidad de Granada. Estaba en tercero de psicología y me inscribí en un simposio sobre las salidas profesionales de mi carrera. Recuerdo que vino un capitán del Ejército a hablar sobre psicología en dicha institución. No sé como explicar qué se despertó en mi interior, que me encantó el tema, hasta el punto que al concluir la conferencia me acerqué a él y le pedí su contacto para poder seguir preguntándole cosas sobre su charla, que me apasionó. En principio ahí quedó la cosa. Terminé la carrera dos años después, pero me había quedado el gusanillo de aquella conferencia, por lo que recuperé el contacto y decidí presentarme a las Fuerzas Armadas. Pero un compañero de la facultad me dijo: "¿Y por qué no para la Guardia Civil?". Yo entonces no sabía ni que había psicólogos en la Guardia Civil y, tras informarme bien, me encantó aún más que la primera vez. No lo dudé. Me preparé. Me presenté. Y aquí estoy.

-¿Estar dónde está le ha supuesto un doble esfuerzo?

-Sí. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa, y en mi caso es verdad que primero estudié una carrera universitaria, que es la parte facultativa de mi trabajo, y que después me preparé una oposición para la que tuve que estudiar un temario totalmente distinto, sobre todo por la legislación y por otros contenidos como las pruebas físicas.

La comandante Carmen de Asido, en su despacho de la Comandancia de Huelva La comandante Carmen de Asido, en su despacho de la Comandancia de Huelva

La comandante Carmen de Asido, en su despacho de la Comandancia de Huelva / Jordi Landero (Huelva)

-¿Qué se siente al ser la primera mujer comandante de la Guardia Civil en Huelva, y la segunda en Andalucía?

-En primer lugar quiero dar las gracias porque hay mucha gente que se ha alegrado mucho por mi ascenso, demostrándome ese cariño hasta por las redes sociales. Estos días me he sentido incluso hasta un poco abrumada por la relevancia que ha tenido esta noticia en los medios de comunicación y en las redes sociales. Pero de corazón pienso que no me considero especial, ni referente de nada porque, afortunadamente, no soy ni la primera ni seré la última mujer en ocupar este tipo cargo en su puesto de trabajo. En mi caso, la Guardia Civil es una institución actual, formada por hombres y mujeres y lo verdaderamente importante son los valores que trasmite a sus integrantes. Además, para mi ser Guardia Civil implica ser compañero, y hace ya mucho tiempo que el ciudadano no mira a la persona, mira un uniforme tras el que hay mucha formación y enormes ganas de trabajar en equipo. Somos hombres y mujeres juntos por el bien del ciudadano.

-¿Cuáles son sus funciones dentro del cuerpo?

-Básicamente atender las necesidades en materia psicológica a los compañeros del propio cuerpo. Por poner un ejemplo muy gráfico: tras un servicio duro, donde un compañero ha tenido que asistir un accidente con una víctima mortal, en este caso un niño pequeño, y además resulta que dicho agente tiene familia, y un hijo de la misma edad que el fallecido. Detrás de todo eso hay una carga emocional negativa muy importante, la cual tenemos que liberar como cualquier otra persona. Es muy importante que los miembros del cuerpo tengan estabilidad emocional para poder prestar el mejor servicio al ciudadano. Pues para velar por eso estamos nosotros.

Otra función importante es la formación, ya que los compañeros del cuerpo tienen que estar muy preparados para actuar ante las diferentes situaciones que se les presentan a diario durante el servicio. Por ejemplo, hay que estar muy preparado para comunicar una mala noticia a un familiar, para saber prestar primeros auxilios psicológicos ante cualquier situación de emergencia, o para estar en condiciones de abordar un ataque de ansiedad o una conducta suicida.

Carmen de Asido Orellana Dávila se siente una onubense más después de 12 años en nuestra provincia Carmen de Asido Orellana Dávila se siente una onubense más después de 12 años en nuestra provincia

Carmen de Asido Orellana Dávila se siente una onubense más después de 12 años en nuestra provincia / Jordi Landero (Huelva)

-¿Le ha costado más llegar donde está por el hecho de ser mujer?

-No, porque las oportunidades son las mismas para ambos sexos. Las pruebas físicas y la formación necesaria son las mismas. Por eso no considero que, por ser mujer, haya tenido más o menos trabas para llegar al cargo que actualmente tengo.

-¿Qué aporta la mujer a la Guardia Civil?

-Simplemente representa lo que está viviendo hoy en día nuestra sociedad, donde la mujer tiene cada vez más presencia a todos los niveles, y evidentemente eso también se visualiza en la Guardia Civil, donde cada vez estamos más representadas en todas las escalas. En este sentido la mujer aporta actualidad, normalidad… porque este cuerpo está formado por hombres y mujeres, que juntos trabajamos en equipo. Cada persona aporta algo distinto, porque cada uno tiene sus propias cualidades, que son las que hacen que nos complementemos todos los que formamos parte del cuerpo, y no el hecho de ser hombre o mujer.

-¿Percibe el ciudadano estos cambios en la Guardia Civil?

-Nuestro cuerpo es, en muchos casos, bastante desconocido en determinados aspectos. Primero porque mucha gente no se imagina el enorme abanico de posibilidades profesionales que ofrece ser guardia civil, cuando en realidad cualquier carrera tiene aquí cabida. Y por otra parte pienso que la gente tiene una visión de la Guardia Civil muy masculinizada, y piensa que una mujer normal y corriente no puede llegar a ser guardia civil: ¿por qué no?, no es incompatible. En realidad es todo lo contrario, necesitamos mujeres aquí. La Guardia Civil es una institución actual, fiel reflejo de la sociedad de hoy en día, y cada vez la presencia de la mujer en el cuerpo es más visible porque estamos en más escalas, desde la básica hasta la de oficiales, y aquí estoy yo como ejemplo.

-¿Cuáles son esas salidas profesionales que ofrece el cuerpo?

-Si esta entrevista sirve para que personas con carrera universitaria, o formadas en cualquier otro nivel del sistema educativo, se acerquen a la Guardia Civil, habrá sido muy positiva. Y es que ese fue precisamente mi caso. Por todo ello me gustaría dejar muy claro que en el fondo somos como un micromundo donde se necesitan todo tipo de profesionales: arquitectos, telecos, licenciados en bellas artes, en medicina, en mecánica, en informática…, mientras muchos aún piensan que ser guardia civil es coger una pistola y salir a patrullar, lo cual también hacemos, y que por supuesto es muy importante.

-¿Cómo terminó en Huelva?

-Mi primer destino fue en Oviedo, donde estuve muy contenta, pero más contenta me puse cuando por fin pude coger destino en Huelva, provincia a la que llegué en 2009, siendo sincera porque estaba muy cerca de Cádiz. Pero desde mi llegada me he encontrado muy a gusto porque ésta es una ciudad muy acogedora, en la que hay gente muy cercana, donde tengo grandes amigos, donde me he casado, y donde tengo hasta una hija totalmente choquera. Para mi Huelva es muy especial.

La primera mujer guardia civil comandante en Huelva posa para este periódico en el salón de actos de la Comandancia onubense La primera mujer guardia civil comandante en Huelva posa para este periódico en el salón de actos de la Comandancia onubense

La primera mujer guardia civil comandante en Huelva posa para este periódico en el salón de actos de la Comandancia onubense / Jordi Landero (Huelva)

-¿Qué es lo que más le gusta de Huelva?

-Sus playas. Me encantan. De hecho tenemos un pequeño apartamento en Isla Canela, donde prácticamente nos tiramos todo el verano. Es una zona que nos gusta mucho, preciosa, prácticamente virgen, se come espectacular y, en definitiva, lo tiene todo.

-¿Cómo es su día a día en Huelva?

-Pues trabajo en la Comandancia, y cuando acabo el servicio y me quito el uniforme soy Carmen y dejo de ser la comandante. Y Carmen es también madre, tiene amigos, su vida social, sus grupos de WhatsApp con las madres del colegio, va a pilates, sale, entra y, en definitiva, hace en esta ciudad una vida de lo más normal.

-A pesar de todo, ¿echa de menos Cádiz?

-Lo que más echo de menos de Cádiz es, sin duda, a mi familia. Sería ideal poder tenerla aquí. Además aunque Huelva me encanta, y la quiero mucho, soy de Medina Sidonia, soy asidonense, soy gaditana, y las raíces tiran mucho, por eso esa parte mía va a estar siempre ahí.

La hija de Orellana

-Medina Sidonia. ¿Qué le sugiere el nombre de su pueblo?

-Echo mucho de menos mi pueblo, del que soy una gran amante. Una ciudad trimilenaria que llevo a gala allá por donde voy. Echo de menos sus alfajores, sus tortas pardas, sus amarguillos, su belén viviente, el Arco de la Pastora, su castillo. De hecho, me llamo Carmen de Asido porque en época romana el nombre de Medina Sidonia era Asido, y mi nombre es un homenaje a mi pueblo: Carmen de Medina Sidonia en época romana. 

Uno de los principales lazos que me unen a Medina Sidonia es mi padre, que era una persona muy querida allí. Todos en Medina saben quién fue Antonio Orellana porque hizo muchas cosas por el pueblo, hasta el punto de que fue uno de los descubridores, como miembro del Grupo Asidonense de Explotaciones Subterráneas -Gades- de las cloacas romanas, ahora visitables, tras más de ocho años sacando tierra de ellas. De hecho, creo que la gente de mi pueblo me quiere un poquito más solo por el hecho de ser hija de Orellana. Allí nunca dejaré de ser la hija de Orellana, como mis hermanas. Mi padre ha ejercido siempre una influencia muy importante en mí, ha forjado mi carácter y me apoyó muchísimo cuando decidí opositar a la Guardia Civil. Para mí hubiese sido un orgullo grandísimo que él me hubiese conocido como comandante, solo me pudo ver hasta teniente porque falleció en 2012.

-En definitiva, ¿Cádiz o Huelva?

-En realidad son provincias muy parecidas. Prácticamente iguales, y hermanas. Y este es otro de los motivos por los que tanto me gusta Huelva. Además, son muy cercanas, ambas miran al mar, ambas tienen parte de montaña, ambas están en el sur, en las dos se come muy bien, y los caracteres de sus gentes son muy similares.

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