Ecosistemas

La seca de la encina afecta a 6.000 hectáreas de la dehesa onubense

  • La zona más dañada es la comarca del Andévalo y la incidencia es cada vez mayor en la Sierra

  • La Junta elabora un nuevo programa de acciones con una inversión de 32,5 millones

Varios ejemplares de encina afectados por la seca.

Varios ejemplares de encina afectados por la seca. / h. información

Alrededor de 6.000 hectáreas de dehesa de Huelva están afectadas por la denominada seca de la encina. Es solo una cifra orientativa, pero muestra la gravedad del fenómeno en la provincia onubense. Son datos aportados por las consejerías de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, que han elaborado el nuevo Catálogo de Acciones contra la Seca de los Quercus que reforzará las medidas contra una de las principales amenazas para la supervivencia de las dehesas y los alcornocales de la comunidad andaluza.

A grandes rasgos, Huelva está afectada por la enfermedad en las zonas de dehesa de la comarca del Andévalo y la incidencia es cada vez mayor en la Sierra de Aracena. La provincia onubense cuenta con unas 233.000 hectáreas de formaciones adehesadas y con 4.607 explotaciones ganaderas. La mayoría de la superficie se sitúa en terrenos de titularidad privada.

Las agrupaciones de tratamiento integrado contra la enfermedad continúan trabajando activamente en la prevención y estudio de los procesos de decaimiento de la arboleda en cerca de 18.000 hectáreas de dehesa de la provincia onubense, en la Sierra, Andévalo Sur y Dehesa Sur para combatir la plaga. Las principales actividades de estos territorios están ligados al cerdo ibérico, la industria cárnicas, el corcho, el ganado ovino, la agricultura ecológica y el turismo rural.

En Andalucía, el fenómeno de la seca comenzó a detectarse a principios de la década de los 80 con defoliaciones en diferentes especies leñosas, a veces acompañadas de tasas de mortalidad elevadas del arbolado. El término engloba una multiplicidad de factores que provocan en el arbolado un estado de deterioro del mismo que puede acabar en su muerte. Así, la seca puede estar causada tanto por agentes nocivos, principalmente el patógeno Phytophthora cinnamomi, también conocido com o el hongo asesino, que provoca la denominada podredumbre radical, como por factores ambientales generales (el decaimiento forestal vinculado al cambio climático). En la actualidad las formaciones de encinas y alcornoques, dentro de las que se incluyen ecosistemas como las dehesas, encuentran comprometida su estabilidad y persistencia.

Este progresivo deterioro y muerte de árboles, junto con la falta de regeneración del arbolado, son motivos de honda preocupación social tanto en Andalucía como en el resto de su ámbito de distribución en España y Portugal, una preocupación que trasciende la vertiente productiva o ambiental de la dehesa.

Las consejerías de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio han elaborado un nuevo catálogo de acciones contra la Seca de los Quercus, que reforzará las medidas contra una de las principales amenazas para la supervivencia de las encinas y los alcornocales de la comunidad. Esta afección dificulta el desarrollo y provoca la desecación de las encinas, alcornoques y otros árboles similares de estos agrosistemas, que en la comunidad autónoma cuentan con 1,3 millones de hectáreas distribuidas por más de 14.000 explotaciones agrícolas y ganaderas de un centenar de municipios.

El programa se financiará con los más de 32,5 millones de euros hasta 2020 que tiene presupuestados la Junta para la mejora y regeneración de formaciones adehesadas y alcornocales, procedentes tanto de recursos propios como del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural. Asimismo, desarrollará las previsiones recogidas en el Plan Director de las Dehesas de Andalucía para hacer frente a este problema, que se extiende a todo el suroeste español y a Portugal.

Los objetivos prioritarios se dirigen a fortalecer el estado de salud de los sistemas afectados, promover el registro de materias activas contra los agentes nocivos de los quercus y la certificación sanitaria de plantas de vivero libres de los mismos e impulsar avances en la obtención de variedades resistentes y bioestimulantes.

Entre las novedades incluidas en el catálogo destaca la creación del Servicio de Diagnóstico de la Seca, que identificará los agentes y factores causantes para actuar sobre ellos y establecer medidas de prevención, evitando la propagación y reduciendo el efecto de los focos existentes. También prestará asesoramiento y apoyo con recomendaciones de manejo y buenas prácticas, así como con transferencia de conocimiento al sector.

El Servicio, ya en funcionamiento con carácter experimental, está dotado con 1,3 millones de euros y cuenta con personal de las consejerías promotoras, el apoyo técnico de las agencias de Medio Ambiente y Agua y de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía, el Ifapa (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera) y el conocimiento aportado por las universidades andaluzas y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC ). La previsión es que se ponga en marcha plenamente en otoño.

Otras actuaciones previstas son el seguimiento y la evaluación de poblaciones de agentes causantes de seca y el impulso de la cooperación para el desarrollo de proyectos innovadores, estudios de afección de la seca y actividades económicas de las explotaciones.

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