El presidente de la Asociación General de Empresarios de Lepe (Agelepe), Juan Fernández, expresó ayer su temor al posible cierre del hotel Lepe Mar, ubicado en primera línea de playa en La Antilla, ya que este hotel está gestionado por la cadena hotelera Hotasa, una de las diez empresas de Nueva Rumasa, para la que su fundador, José María Ruiz-Mateos, ha solicitado el preconcurso de acreedores. Fernández matizó que un concurso de acreedores "siempre afecta a un negocio", indicando además que afrontan la situación con "preocupación" porque en temporada alta este hotel alberga a una treintena de trabajadores.

Juan Fernández señaló que el turismo en Lepe es "una fuente de riqueza y de empleo", por lo que el cierre de este hotel puede afectar "negativamente" a la localidad, ya que se trata de un establecimiento que tiene "mucho movimiento, sobre todo en verano".

El presidente de los empresarios leperos insistió en que "lo más preocupante es el cierre porque sería una empresa más que se une a la destrucción masiva de empleo en todos los sectores".

En cuanto al sector del turismo, Fernández señaló que las medidas que se toman para reflotarlo "no son suficientes y la situación es cada vez peor", por lo que presentó propuestas al Ayuntamiento de Lepe, tales como potenciar el turismo deportivo y de ocio para romper la estacionalidad o la regeneración de las playas.

Nueva Rumasa ha solicitado el preconcurso de acreedores para sus empresas Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa (Apis y Fruco), Quesería Menorquina y Rayo Vallecano, con lo que abre una "nueva etapa de reestructuración" que, según la familia Ruiz-Mateos, garantizará "su viabilidad futura y el cumplimiento de la totalidad de sus compromisos".

El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, aseguró en rueda de prensa, que su objetivo se centra en proteger los intereses de sus empleados y remarcó que cumplirá sus compromisos con los más de 5.000 inversores que han confiado en la compañía con la suscripción de pagarés o de participaciones. "Si no pudiera satisfacer esa obligación y no tuviera fe, me pegaría un tiro", dijo. Estas diez sociedades concentran gran parte de los 700 millones de euros de deuda bancaria del grupo.

El empresario José María Ruiz Mateos tiene una antigua relación con La Antilla, donde fue detenido cuando se encontraba prófugo de la Justicia en los tiempos de Miguel Boyer.