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El embalse de Olivargas, un "oasis" de agua en medio del Andévalo

  • Dicha instalación se encuentra actualmente al 90,47 por ciento de su capacidad, muy por encima de la media de la provincia de Huelva, que se sitúa en el 39,66%

Vista general del embalse de Sotiel-Olivargas

Vista general del embalse de Sotiel-Olivargas / Jordi Landero (Andévalo)

A pesar de la sequía que desde hace meses afecta a la provincia de Huelva, donde prácticamente todos los embalses de su principal cuenca, la demarcación hidrográfica Tinto-Odiel-Piedras se encuentran en estos momentos solo al 36,43 por ciento de su capacidad, destaca el embalse de Sotiel-Olivargas: un "auténtico oasis" en medio del Andévalo por encontrarse en estos momentos al 90,47 por ciento de su capacidad.

Así lo ha puesto en valor la Comunidad de Regantes del Andévalo Fronterizo (CRAM), cuyos comuneros se abastecen de dicha presa para el riego agrícola de sus fincas. Para la mencionada entidad, estos datos adquieren aún mayor relevancia si se tiene en cuenta que, con respecto al año pasado por estas mismas fechas, Sotiel-Olivargas registraba los mismos datos que ahora, frente a la situación del resto de embalses onubenses, que con una capacidad total de almacenamiento de 1.508 hectómetros cúbicos, en solo un año han caído de los 792 hectómetros cúbicos que almacenaban en octubre de 2019 -52,52%-, hasta los 598 hectómetros cúbicos actuales -39,66%-.

El embalse de Sotiel-Olivargas, situado en la rivera de Olivargas, en el término municipal de Almonaster la Real, fue construido en el año 1982 para el abastecimiento de la Mina de Almagrera, siendo usado para tal fin hasta el 2002, coincidiendo precisamente con el cierre de dicha instalación minera.

A dicho embalse se accede desde el oeste del municipio de la Zarza-El Perrunal y actualmente abastece a la Mina de Aguas Teñidas y a los regadíos de la Comunidad de Regantes Andévalo Minero.

Recientemente la Junta de Andalucía ha concluido unas importantes obras en dicha instalación, las cuales han supuesto una inversión de 4,9 millones de euros y que han tenido por objeto, según ha indicado a esta redacción la CRAM, a la "optimización y modernización de la infraestructura, y su adaptación al Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses (Rtspe)".

El embalse de Sotiel-Olivargas cuenta con una capacidad de almacenamiento total de 29 hectómetros cúbicos, y su aportación media anual, según los regantes, es 51 hectómetros cúbicos: "Una masa de agua que, al estar siendo bien aprovechada, está generando riqueza y empleo en la comarca del Andévalo, con la actividad minera y la nueva agricultura de regadío como principales pilares económicos".

Palafito para la extracción de agua para riego de la CRAM Palafito para la extracción de agua para riego de la CRAM

Palafito para la extracción de agua para riego de la CRAM / Jordi Landero (Andévalo)

No obstante, añade la CRAM, dicho embalse es "el gran desconocido de nuestra provincia", ya que "por su ubicación es independiente y está desvinculado del sistema Andévalo-Chanza-Piedras, lo cual convierte a la Comunidad de Regantes Andévalo Minero en la única que puede utilizar su agua para riego agrícola".

Tal es la importancia de dicha infraestructura para la CRAM, que en su última asamblea general ha aprobado tramitar la modificación de su nombre por el de Comunidad de Regantes Olivargas.

En estos momentos dicha comunidad tiene en tramitación una modificación de características de su concesión de aguas otorgada para llegar a los 9,8 hectómetros cúbicos reservados en el Plan Hidrológico, el cual asigna a dicho embalse un total de 14,6 hectómetros cúbicos como recurso hídrico disponible.

Los regantes del Andévalo Minero también han querido poner en valor el papel que Sotiel-Olivargas tuvo el pasado mes de agosto, con motivo del gran incendio forestal que asoló buena parte de toda la comarca, ya que "gracias a que ha mantenido su capacidad casi intacta incluso en los meses de verano, sirvió para que los medios aéreos acopiaran el agua para las labores de extinción del fuego en sus zonas más próximas, demostrando ser también en casos como este un recurso cercano e indispensable para la comarca del Andévalo".

La superficie regable de la CRAM se reparte entre los términos municipales de El Cerro de Andévalo, La Zarza-Perrunal y Calañas, los cuales gracias a la reciente implantación de regadíos pretenden convertirse a muy corto plazo en un auténtico vergel con el que, sobre todo, se pretende fijar población en el territorio generando empleo y riqueza.

Conseguirlo no está lejos puesto que ya se han puesto en riego las primeras 1.035 hectáreas de terreno transformadas. Pudiendo apreciarse en la zona extensas plantaciones de olivos, cítricos, almendros, nogales y aguacates.

Las obras del proyecto de infraestructuras necesarias para la instalación de regadíos arrancaron en abril de 2019 y su conclusión está prevista para el próximo mes de diciembre, permitiendo la puesta en riego de un total de 2.883,50 hectáreas de terreno.

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