Las elecciones municipales de 1979

Juan Villegas Martín y Antonio Mira Toscano abordan en su libro los inicios del Ayuntamiento democrático de Cartaya, con los miedos e incertidumbres de los candidatos

Los autores del ensayo con el ejemplar editados.
Los autores del ensayo con el ejemplar editados.

Qué duda cabe que las elecciones municipales celebradas el 3 de abril de 1979, las primeras democráticas después de cuarenta años de dictadura franquista, representan uno de los momentos más trascendentales de la reciente historia local para cualquier municipio de España. Y es que tras un largo silencio, ese día cobraron de nuevo protagonismo las urnas, de las que debía salir la voluntad popular a la hora de conformar el gobierno de la administración más cercana al ciudadano, el cual tenía por delante la difícil tarea de reemplazar al último de la dictadura.

Así de claro lo tienen y así lo expresan los historiadores cartayeros Juan Villegas Martín y Antonio Mira Toscano en el libro que acaban de sacar a la calle bajo el nombre de Las elecciones municipales de 1979 y los inicios del ayuntamiento democrático en Cartaya, una publicación con la que han querido arrojar luz y rescatar del olvido unos hechos que, por su relativa proximidad, pueden aún ser conocidos por el recuerdo directo de sus protagonistas.

No obstante, aseguran ambos, ese no ha sido su único objetivo, ya que también han pretendido que el lector descubra por sí solo el notable papel jugado por unas personas que dieron entonces un paso trascendente, conscientes del momento histórico que estaban viviendo, y el de un pueblo que, privado desde mucho tiempo atrás de la posibilidad de expresarse por medio del voto, recuperaba ahora su derecho a ello. También han querido exponer una interpretación documentada y rigurosa sobre un momento clave de nuestra historia reciente, constituyendo una aportación que podría servir de base para el estudio de otros investigadores. En definitiva, añaden, "queremos que esta monografía sirva como ejercicio de reflexión y memoria no sólo para los que vivieron aquellos momentos, sino también, y especialmente, para quienes desconocen esta apasionante etapa de la reciente historia de Cartaya".

El libro consta de 148 páginas que repasan, en primer lugar, la situación política que se vivía en la época a nivel nacional y los cambios que se estaban produciendo de arriba abajo y que afectaron en último lugar a las corporaciones locales. En segundo lugar se aborda cómo se organizaron las diferentes formaciones políticas que concurrieron a las primeras elecciones municipales democráticas en Cartaya (UCD, PSOE, PCA y PSA-PA) y los miedos e incertidumbres de las personas que se implicaron en su constitución y en la configuración de las candidaturas. A continuación, y en este orden, se describe pormenorizadamente el desarrollo de la campaña electoral; cómo se vivió la jornada electoral y sus resultados; cómo se constituyó el primer ayuntamiento democrático; y finalmente sus primeros meses de funcionamiento. Por último se muestran en dos apéndices algunos documentos y carteles originales de la época, así como fotografías.

En su elaboración, Mira y Villegas han invertido varios años y se han apoyado en fuentes tanto documentales como hemerográficas, así como en los testimonios directos de algunos de los principales protagonistas de aquella época, "contrastando y cruzando" toda la información y datos obtenidos. La publicación ha sido financiada por la Cooperativa Hortofrutícola de Cartaya (Cartayfres) y la Comunidad de Regantes del Chanza y el Piedras, a cuyos responsables han agradecido los autores su apoyo.

Los principales protagonistas de aquella "aventura" fueron las personas que encabezaron cada una de las cuatro listas que concurrieron a los comicios, y que como refleja la publicación fueron Pedro Jurado Hachero (UCD), que ganó las elecciones con mayoría absoluta obteniendo un total de siete de los trece concejales que conformaron la Corporación; Francisco Sánchez Díaz (PSA-PA), que fue la sorpresa tras lograr cinco ediles y pasar a ser la principal fuerza de la oposición; Guillermo Pérez Gómez (PSOE), que logró un solo concejal; y Manuel Botillo Ríos (PCE), que no obtuvo representación.

Dados estos resultados, Pedro Jurado Hachero se convirtió en el primer alcalde de Cartaya en esta nueva etapa democrática y desde el primer momento su principal cualidad fue la de ser un hombre de consenso. De hecho, entre sus medidas, no sólo llamó la atención, sino que incluso sorprendió a todos, el reparto que el nuevo alcalde realizó de todas las competencias y concejalías entre todos los concejales de la corporación: los de la fuerza política a la que él representaba (UCD) y que ganó con solvencia las elecciones y también entre los ediles de los dos grupos que conformaron la oposición. Pedro Jurado ha asegurado a Huelva Información que "si todos habían sido elegidos democráticamente por el pueblo, todos tenían la responsabilidad de dirigirlo". No obstante, y como él mismo ha confesado, esta decisión le trajo "ciertos problemas, sobre todo entre los míos".

Otra de sus cualidades, según Mira, ha sido la ser un hombre "que ha sabido estar en su sitio en cada momento". "De hecho -prosigue- "siempre tuvo muy claro para qué estaba en política, a la vez que supo cuándo se tenía que ir". Jurado gobernó únicamente durante esa primera legislatura y no se volvió a presentar "pese a que se lo pidieron insistentemente sus compañeros de formación".

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