Lanzamiento de monitores de ordenador, sillas y otros objetos por las ventanas, o rotura de persianas, son algunas de las conductas que reflejan los más de mil partes de amonestación que los profesores del Instituto de Educación Secundaria Saltés de Punta Umbría han abierto en los últimos meses contra alumnos de dicho centro.

A ello se suman numerosas “amenazas”, “insultos” y “agresiones físicas y verbales”, también puestas de manifiesto en dichos partes, entre las que destacan “te arrepentirás si me pones un parte”, “le partiré la cara al profesor de guardia que venga a buscarme”, “golfa”, “cállate puta zorra”, “¡y un pijote!, ¿qué dices, loca perdía?, ¿me vas a poner a mí un parte?, ¡y un nabo!” o “¡pero tú quién te crees que eres?, ¡loca!. Le hablo a mi madre así, ¿no te voy a hablar a ti?”. Hasta llegar a decirle a una profesora: “Sabes qué le pasó a Laura Luelmo, ¿no?, pues ten cuidado” o “a ésta en la calle le metía un palo por el culo”.

La situación ha llegado a tal límite, que el claustro del centro hizo ayer público un escrito para una recogida de firmas y que han remitido a la Delegación de Educación de la Junta, donde denuncia la “insostenible situación” del profesorado, de la que responsabilizan al “alumnado” y a los “padres”, y en el que exigen a la Administración educativa que adopte “medidas urgentes y excepcionales” que les permitan realizar la actividad docente “en condiciones que garanticen nuestra salud y seguridad”.

En el documento añaden que se trata de un problema que “se ha enquistado en el centro desde hace un tiempo”, aunque últimamente se ha “agravado” hasta niveles “realmente insostenibles que imposibilitan nuestra labor docente en un ambiente de mínimo respeto o seguridad”.Además de los más de mil partes que reflejan la situación, los docentes del Saltés afirman haber interpuesto en lo que llevamos de curso más de 10 denuncias ante la Guardia Civil, y que los llamamientos a ésta y a la Policía Local “son casi diarios”.

También indican haber pedido ayuda a ambos cuerpos policiales para “controlar la venta y consumo de estupefacientes tanto dentro, como en el perímetro del centro”, lo cual también ha sido puesto en conocimiento del Ayuntamiento, la Delegación de Educación y la Subdelegación del Gobierno de Huelva.Finalmente indican que no es el primer escrito de este tipo que remiten a la Delegación, y que su “inactividad” ha creado “un sentimiento de resignación e indefensión que no estamos dispuestos a seguir soportando durante más tiempo”.

Fuentes de la Delegación de Educación consultadas por Huelva Información indicaron que se está diseñando una “estrategia de apoyo a la comunidad educativa” en la que interviene el Servicio de Inspección y Ordenación Educativa, a lo que añaden que se han entablado contactos con la Concejalía de Educación de la localidad y con otras organizaciones y personas del entorno socioeducativo, con el fin de “ofrecer la ayuda necesaria para que, como protagonista que ha de ser de su propio destino, sea la propia comunidad educativa la que siente las bases para reconducir la situación actual”.

Finalmente la concejala de Educación del Consistorio Puntaumbrieño, Melissa Fernández, indicó ayer que el Ayuntamiento mantiene reuniones “casi semanalmente” con la dirección del centro y “hemos puesto en marcha distintas iniciativas y colaboraciones”, así como que “es continua la comunicación con la AMPA”.Fernández recordó que hace unas semanas, el Consistorio organizó una junta local de Seguridad donde se trasladó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad algunas de las situaciones que se dan en el centro y sus alrededores, así como avanzó que el lunes habrá un consejo escolar extraordinario para abordar la situación.