El dictador repobló 31.000 hectáreas de eucaliptos en el parque nacional onubense
Una de las visitas del dictador Francisco Franco a la provincia de Huelva se produjo el 18 de abril de 1953. El objetivo no era otro que ver sobre el terreno los trabajos de repoblación que se venían desarrollando en Doñana y su entorno.
Patrimonio Forestal metió en nómina a un millar de jornaleros encargados de llevar a cabo la plantación de diez millones de eucaliptos y cuarenta y cinco millones de pinos que transformarían las 31.000 hectáreas que comprendía el Plan de Reforestación estipulado.
El entonces caudillo de España aprovechó su desembarcó en la capital hispalense para supervisar en primera persona la reforestación de los parajes de Cabezudos, Bodegones y Cochuelo, así como la construcción de los poblados distribuidos por las zonas del Parque Nacional de Doñana.
Los diarios del régimen trasladaron que las construcciones en las que se alojarían los peones contaban con todas las dotaciones incluso "sus respectivas capillas y escuelas". Asimismo, se trasladaba a la opinión pública el valor social de una iniciativa que "rentaría un mínimo de treinta millones de pesetas" anuales por la venta de madera.
Los planes del régimen eran mucho más ambiciosos. Fue este hecho el que movilizó a algunas de la mentes más preclaras de España que vieron la necesidad de concienciar a las autoridades franquistas del atentado que representaría no perpetuar una joya de la naturaleza como Doñana.
En el año 1952 el profesor y ornitólogo Francisco Bernis, junto con José Valverde, dieron a luz un estudio que fijaba la importancia de preservar este patrimonio natural y dejarlo fuera de sus planes de reforestación, abanderando para ello su valor cinegético.
Francisco Bernis y José Valverde, junto con Mauricio González-Gordon, llevarían a cabo posteriormente unos estudios enormemente reveladores, en los cuales se trazaba una 'hoja de ruta' de los trabajos que precisaban acometerse en la zona para perpetuar la riqueza de esta fauna, sobre cuyas directrices se cimentarían la SEO (la Sociedad Española de Ornitología), que sería fundada dos años más tarde, en 1954.
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