El día grande de San Isidro

El recinto romero de Cartaya comenzó poco antes del mediodía del domingo a recobrar su actividad normal después de una intensa noche de fiesta, para poner el broche de oro a la romería en honor de San Isidro Labrador, que los cartayeros han vivido con intensidad desde la tarde del jueves.

Y es que la diversión vivida las dos jornadas anteriores en los aproximadamente 180 chiringuitos y chozos tradicionales instalados este año en la Pradera de San Isidro, cedió el protagonismo a partir de las 12:30 del domingo de romería al fervor que por el Patrón de los agricultores sienten los cartayeros, y que un año más se puso de relieve durante la celebración de la misa de romeros. Una cita ineludible que congregó a las puertas de la ermita de san Isidro Labrador a cientos de ellos, suponiendo uno de los actos religiosos más importante de la fiesta.

Así, y en la gran explanada que antecede a la fachada principal de la ermita, fueron congregándose poco a poco cientos de sanisidreros al ritmo de los cohetes y del repicar de las campanas, pero sobre todo ante la llamada que San Isidro Labrador hace todos los años el Domingo de Romería.

Antes del inicio de la eucaristía, que fue oficiada por el cura párroco de Cartaya, Manuel Domínguez Lepe, un total de 12 hermandades religiosas de Cartaya y de los pueblos colindantes fueron rindiendo pleitesía al Patrón de los agricultores, presentando ante su imagen al ritmo del tamboril sus ofrendas florales y sus estandartes.

Los primeros en aparecer fueron los miembros de la Junta de Gobierno de la hermandad anfitriona, la de San Isidro Labrador de Cartaya, encabezados por su presidente, Julián Pérez Segura, y acompañados por los hermanos mayores de la romería 2012, Domingo Custodio y Rocío Carrasco

Tras ella rindieron tributo a San Isidro Labrador, cuya imagen les esperaba a las puertas de la ermita, las hermandades de Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora de Consolación, Nuestra Señora la Virgen del Carmen y Nuestra Señora la Virgen del Rocío, todas de Cartaya. A continuación desfilaron los Fieles Amigos de Cartaya de la Bella y la hermandad de Nuestra Señora de la Bella de Lepe, y las hermandades de Nuestra Señora de Piedras Albas de El Almendro y Villanueva de los Castillejos, San Isidro Labrador de Gibraleón, Nuestra Señora de La Esperanza de La Redondela, San Isidro Labrador de San Juan del Puerto, San Isidro Labrador de La Ribera de Huelva, y Nuestra Señora de La Blanca de Villablanca. La presentación y la ofrenda fue cerrada, como es habitual, por una representación de los miembros de la Guardia Civil y la Policía Local de Cartaya.

Seguidamente, el párroco ofreció una calurosa y emotiva Solemne Función Religiosa en honor al patrón de los agricultores que estuvo también marcada por el colorido de las miles de flores con que fueron exornados el paso y el altar instalado a las puertas de la ermitas, y cantada por el coro rociero de San Bartolomé de la Torre.

Ya por la tarde, y para cerrar la fiesta, la hermandad celebró el tradicional acto de Puja de la Vara de los Hermanos Mayores para el año que viene, que por 7.600 euros recayó en un grupo formado por varias familias de Cartaya, a quienes les fue entregada directamente de manos de los hermanos mayores salientes entre abrazos y llantos de alegría y emoción.

Pasadas las 20:30 dio comienzo la procesión del estandarte del patrón de los agricultores en su carreta por la Pradera de San Isidro para despedirse de los romeros antes de iniciar el camino de regreso a Cartaya.

Una de las novedades de la edición de este año de la romería cartayera ha sido la inauguración y bendición, pasado el mediodía del sábado, de un mosaico de azulejos en el interior de la ermita dedicado a Santa María de la Cabeza, "esposa de San Isidro y modelo de virtud ante los ojos de Dios", según la leyenda adjunta al mismo.

Dicho mosaico, realizado a iniciativa de la propia Junta de Gobierno de la hermandad de San Isidro Labrador de Cartaya, ha sido diseñado por José Mª Carrasco Salas y pintado por Sergio Cruz Pozuelo. Tras su bendición por el párroco cartayero, los encargados de descubrirlo fueron los hermanos mayores de este año y el presidente de la hermandad.

Por otra parte, fuentes de ésta destacaron la normalidad y la ausencia de incidentes de consideración durante el transcurso de una fiesta que se inició en la tarde del jueves con una atípica ofrenda solidaria en la que fueron recogidos unos 2.500 kilos de alimentos destinados a aquellas familias de la localidad que peor lo están pasando como consecuencia de la crisis. Durante los tres días de fiesta se han dado cita en el recinto romero de Cartaya cerca de un millar de caballistas, unos 150 vehículos entre carros tradicionales, remolques, charrés y carros de tracción animal, y unos 10.000 romeros en las horas de mayor afluencia.