El desplome inmobiliario arrastra a los alquileres de casas en El Rocío
Particulares e inmobiliarias cobraban una media de 6.000 euros por una semana de estancia, pero ya hay descuentos del 25% · Los propietarios temen que se queden viviendas cerradas como en 2009
En cualquier mercado especulativo el precio del producto viene inexcusablemente prefijado por el volumen de ofertas. Queramos o no, esta ley que rige el capitalismo, y por ende las relaciones comerciales, no es una excepción en el alquiler de viviendas. Y la prueba está en El Rocío, donde se han llegado a pagar una media de entre 5.000 y 6.500 euros por una arrendar una casa para poco más de una semana delata este componente especulativo. Pero en medio de una galopante crisis económica, ya el año pasado muchos clientes se negaron a seguir pagando estas estratosféricas sumas de dinero, con lo que la demanda de inmuebles cayó a plomo y muchas casas se quedaron cerradas. Y de cara a esta romería y según los sondeos realizados por este periódico, los descuentos con respecto a hace algunos años ya rondan en torno al 20 y el 25%.
Aun así, de cara a los medios de comunicación, gran parte de las inmobiliarias practican la ley del silencio como estrategia para evitar que se pueda desvelar un descenso generalizado de los precios, por lo que prefieren llevar los pormenores de la negociación en secreto. Esta afirmación queda refrendada en el hecho de que incluso tanto agencias inmobiliarias como los portales de internet se cuidan de no ofrecer sus precios hasta que el cliente contacte directamente con ellos y constaten el verdadero interés en su producto.
Bajo este panorama, el único anuncio oficial ha sido el de la Hermandad Matriz, que a través de un comunicado aseguró hace unos días que el alquiler de inmuebles para Pentecostés ha aumentado un 10% con respecto al pasado año, que fue un año negro para el sector.
La inmobiliaria El Traslado es de las pocas que se ha prestado a hacer declaraciones. Su regente, Eva Pérez, constata una leve mejoría con respecto a ejercicios anteriores, así como un aumento esperanzador del volumen de negocio. Aun así se muestra reacia a hablar de precios y se escuda "en que todo depende de las características de la vivienda" y la situación geográfica que ocupe en la aldea.
En otras empresas, como inmobiliaria Virgen del Rocío, directamente declinan la posibilidad de hacer declaraciones al respecto y valorar la situación del mercado.
La razón de este silencio la encuentra un profesional del sector, que prefiere mantener el anonimato y que se sincera desvelando que, lo queramos o no, el mercado inmobiliario es un sector con enormes fluctuaciones, cuyo termómetro oscila en virtud de la oferta y la demanda. Nadie establece el precio de un alquiler, no existen mínimos ni máximos de referencia, de modo que el precio es fijado tanto por el arrendador como el arrendatario.
En base a ello, las inmobiliarias se convierten en meros intermediarios a la hora de firmar estas transacciones y reciben un porcentaje por ello. Y esta claro que a precios más altos, mayores serán las comisiones. Huelga decir bajo este prisma si la demanda es baja, se ofrecen jugosos descuentos. Y eso es lo que está pasando.
Aun así estas mismas fuentes añaden que el alquiler de una vivienda para la romería del Rocío es un artículo de lujo y como tal muy sensible a la prosperidad de un país. Con todo, creen que hay lugar para el optimismo y consideran que "todas las casas podrían alquilarse, porque la demanda como tal existe, si bien los propietarios han de entender que hay precios que en su día superaron el umbral de lo razonable y esos pingües beneficios no volverán a repetirse".
El auge de la red también ha propiciado que cada vez sea mayor el número de usuarios que prescinde de intermediarios y cuelga sus anuncios directamente en internet con profusión de imágenes de sus inmuebles.
Las inmobiliarias han contraatacado y no han dejado de mejorar sus páginas web, que ahora hacen gala de interfaces muy intuitivas, con gran profusión de imágenes que van desde un mapa sobre el emplazamiento de la aldea, pasando por el patio, las habitaciones, el salón e incluso las cuadras.
Pero ajena a los vaivenes económicos la fe se mantiene impertérrita, como refrenda el hecho de que la afluencia (no la permanencia) superase el año pasado las expectativas e incluso aumentaran las llegadas al santuario.
Los pronósticos del presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, José Joaquín Gil, se cumplieron a pies juntillas, y los aparcamientos en la aldea aumentaron un 25% del 2008 al 2009. Precisamente Gil vaticinó que aunque las pernoctaciones bajaran en la aldea, ello se vería compensado por la multitud de personas que acudiría en sus vehículos a pasar el día a la aldea para ver y participar de la procesión.
Los rocieros comparan la romería con las vacaciones y defienden que, en general, suele estar al alcance de casi cualquier bolsillo.
Rocío Márquez y su pareja van en reunión desde hace años y pagan 600 euros por persona. Una cifra que no se dispara gracias a que la casa en la que se quedan es de un amigo, que no les exige el pago de un alquiler. Esos 600 euros son para hacer frente a los gasto de la comida y la bebida, así como los servicios de un cocinero y dos camareros que contratan para pasar esos días. Su hermana Inmaculada no correrá igual suerte, ella es autónoma y sí se ha visto más afectada por la crisis, lo que le impedirá acudir este año a su cita con la Pastora, al menos en su reunión de siempre. No es de extrañar que en estos momentos medite la posibilidad de ir con su suegra, que tiene casa en propiedad.
El Hermano Mayor de Almonte, Alfonso Martínez, aseguró recientemente en una entrevista que ya el año pasado se demostró que la crisis no amedrentó a los rocieros e incluso se volvió a demostrar que para vivir la romería no es preciso más que una medalla en el pecho y un calzado ligero. Dicen que el espíritu de hermandad que impregna la fiesta te permite hacer el camino prácticamente sin gasto alguno.
Y esto es precisamente lo que se espera este año, que se mantenga estable el millón de visitantes aunque con el zurrón quizás menos lleno.
Las reuniones y peñas rocieras desembolsarán este año como media entre los 500 y 1.000 euros por persona para disfrutar de la romería. Algunos han optado por recortar gastos prescindiendo de los camareros, aunque el cocinero continúa siendo algo irrenunciable.
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