La dehesa acerca Japón a Huelva

sierra

Un empresario nipón que comercializa productos del cerdo ibérico financia la conservación y regeneración del encinar en la finca La Jineta del municipio de Cala

Taishi Yamamoto en el finca La Jineta sembrando una encina.
C. Sáez

Huelva, 30 de enero 2017 - 02:07

Cala está en el corazón de los japoneses desde hace décadas. El empresario nipón Aiko Yamamoto se enamoró hace años de las dehesas de encinas y alcornoques de Huelva. Este artesano charcutero comenzó a conocer estos espacios naturales únicos del sur de España por los productos de proporcionan: los derivados de cerdo ibérico. Yamamoto quedó prendado la primera vez que paseó por la dehesa. Su hijo Taishi Yamamoto ha seguido los pasos de su padre y se ha convertido en un defensor de este ecosistema hasta el extremo de recorrer miles de kilómetros para poner su granito de arena en su conservación.

Taishi y tres de sus clientes se desplazaron a Andalucía el pasado 25 de enero para propiciar la plantación de las primeras cien encinas y alcornoques en la finca La Jineta, en el término municipal de Cala. Ha sido la primera fase de una iniciativa que perdurará en el tiempo.

Su preocupación, al igual que se progenitor, por la situación de las dehesas de todo el suroeste peninsular, como consecuencia de las llamada seca de la encina, ha llevado a este empresario, que importa y comercializa productos derivados del cerdo ibérico, a tomar esta iniciativa.

Tan intenso llegó a ser el lazo emocional de su padre con la dehesa que, cuando falleció, su familia se comprometió a conservar la memoria de su apego por estas tierras. Bajo una enorme copa, un monolito custodia una pequeña urna que llegó de Japón para reposar en el paisaje que tanto quiso Aiko Yamamoto.

Aiko era especialista en la preparación de las canales del cerdo japonés, maestro en cortes y presentaciones. Un día conoció el empresario Julio Revilla y los productos derivados del cerdo ibérico que este industrial empezaba a exportar desde Huelva y comenzó a compartir una segunda cultura del cochino.

Su hijo Taishi trabaja en la empresa familiar Taishi CO LTD, ubicada en la ciudad japonesa de Osaka. Procesan y comercializan carnes y también se dedican a la restauración como propietarios de una cadena de bares y restaurantes (Ibérico Ya), presentes en Japón y China, que tienen como protagonista exclusivo al cerdo ibérico. Taishi, junto con el resto de su familia, ha mantenido el cariño que su padre tenía a la dehesa y continúa vinculado comercial y emocionalmente al mundo del cerdo ibérico.

En su empeñó por contribuir a la regeneración de las dehesas solicitó la colaboración de los clientes de su cadena de bares y restaurantes, que gustosamente ofrecieron su ayuda económica al proyecto.

Taishi se puso en contacto con la Consejería de Medioambiente de la Junta de Andalucía que patrocina el proyecto Life bioDehesa, y con Revilla, ya que había tenido conocimiento de que el ecosistema estaba amenazado, que algo estaba pasando que podía comprometer su futuro, a quienes planteó su idea de empezar a regenerar algunas dehesas con los fondos aportados por sus clientes japoneses.

Tras unos primeros intercambios, Taishi viajó a Huelva y plantó de manera simbólica los primeros árboles en las inmediaciones del memorial de su padre. El proyecto se ha concretado ahora en una primera fase la pasada semana la plantación de las primeras cien encinas y alcornoques en la finca La Jineta.

Taishi ha reafirmado su compromiso de seguir contribuyendo al mantenimiento de del ecosistema en el se cría el cerdo ibérico. Japón está así más próximo a las dehesas andaluzas gracias a esta encomiable iniciativa de la que Taishi Yamamoto se siente orgulloso. Y Cala, desde hace unas décadas también pertenece a Japón.

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