Cruz Roja pone el mar al alcance de todos con el programa 'Un Baño sin Barreras'

"Las historias de emoción, superación, acompañamiento y solidaridad que viven los voluntarios y las personas usuarias durante los dos meses de actividad en la playa son las que dan sentido a 'Un Baño sin Barreras'", explicó este martes la presidenta de Cruz Roja en Huelva, Patricia Mauri, durante la presentación de la nueva edición de dicho programa. "Este proyecto supera obstáculos para hacer realidad la integración y normalización de la vida de personas con diversidad funcional que, sin esta ayuda, nunca podrían llegar a bañarse en el mar", añadió.

Desde hace 26 años, este programa pionero, desarrollado por Cruz Roja con el apoyo del Ayuntamiento de Cartaya y el Ayuntamiento de Huelva, permite a personas con movilidad reducida disfrutar de una jornada de playa en condiciones de seguridad, confort y dignidad. La edición 2025 se desarrolla, como desde hace ya varios veranos, en la playa cartayera del Caño de la Culata, en Nuevo Portil, donde se dispone de vehículos anfibios, carpas, baños adaptados y atención especializada.

El motor del programa es un equipo de 30 voluntarios y voluntarias de Cruz Roja, procedentes de distintas áreas asistenciales de la organización -socorristas, personal sanitario, conductores, educadores sociales o personal de acompañamiento-, que ofrecen un servicio integral. La intervención comienza con la recogida de los usuarios en sus domicilios o en sedes de entidades colaboradoras, los acompañan hasta la playa, les asisten en el baño y hacen posible que disfruten de una jornada completa de convivencia, ocio y actividades lúdicas en la orilla del mar.

Cruz Roja cuenta además con dos vehículos anfibios denominados 'anfibuggy', y con personal formado específicamente para la atención de personas con movilidad reducida. Entre los servicios que se prestan en la playa se incluyen también actividades como paseos por la orilla, charlas, talleres, juegos y otras propuestas lúdicas que contribuyen a normalizar la experiencia de playa y a fomentar la integración social.

"El voluntariado es el alma de este proyecto", incidió Mauri, quien también subrayó que el programa no se limita al baño, sino que "cuenta con personal formado, entre ellos enfermeros y enfermeras, para garantizar la seguridad, el bienestar y una experiencia positiva para cada persona".

En la edición de este año participan entidades como Aspacehu, Aspapronias, Faisem, el Centro de Personas Mayores de Santa Marta (La Orden), la Residencia de Personas Mayores del Conquero y el Centro de Mayores y Dependientes de Cartaya, además de personas a título individual que se suman cada año al programa. De hecho, la presidenta de Cruz Roja recordó que, aunque las previsiones iniciales de 2024 eran de atender a poco más de 100 personas, finalmente se superaron las 300. Este año, ya se ha superado la mitad de esa cifra a falta de varias semanas para cerrar la temporada.

En representación del Ayuntamiento de Huelva, la teniente de alcalde de Servicios Sociales, Adela de Mora, puso en valor la continuidad y el impacto del programa: "Es una enorme satisfacción ver cómo esta iniciativa, que impulsamos hace ya 26 años junto a Cruz Roja, sigue permitiendo que numerosas personas con diversidad funcional disfruten del mar cada verano". De Mora agradeció especialmente "la entrega y profesionalidad del voluntariado, cuya labor convierte esta experiencia en una auténtica oportunidad de integración, ocio y felicidad para quienes más lo necesitan".

Por su parte, el alcalde de Cartaya, Manuel Barroso, destacó el compromiso del consistorio con la accesibilidad: "Desde el Ayuntamiento de Cartaya apoyamos con espacios, servicios y materiales este proyecto que lidera Cruz Roja, con el respaldo constante de nuestra Concejalía de Servicios Sociales y con el principal objetivo de hacer que nuestras playas sean más humanas y accesibles".

Entre los usuarios habituales del servicio se encuentra Santiago, quien manifestó que el programa supone para él la "libertad" de poder bañarse sin ayuda externa. "No sería capaz de hacerlo solo con mi silla de ruedas. Aquí puedo entrar en el agua las veces que quiera y con total seguridad", añadió. Por su parte, Irene Martín, otra usuaria, señaló que "sin este tipo de proyectos sería inviable venir a la playa. Llevaba meses esperando este día, este día por fin ha llegado, y ha merecido la pena".

La presidenta de Cruz Roja concluyó agradeciendo esta "mágica unión de fuerzas que cambia vidas cada verano". "Gracias al trabajo en red entre administraciones, entidades y voluntariado, podemos decir que en Huelva el mar también es para todos", sentenció.