En un carro tradicional portugués cedido por la Cámara Municipal de Vila Real de Santo António a la Asociación Miércoles de Ceniza de Isla Cristina y en los que se transportaba hasta hace pocas décadas los ataúdes con los fallecidas. Así recorrió las calles de Isla Cristina a lo largo de todo el día la sardina que, ya por la noche, fue incinerada en la rotonda de la Punta del Caimán en presencia de miles de viudas y plañideras.

Se trata del conocido como Entierro de la Sardina, una de las celebraciones carnavaleras que más personas reúne en Isla Cristina, y con la que dicha localidad costera encara un año más la recta final de su fiesta por excelencia, catalogada de Interés Turístico Andaluz por la Junta.

El cortejo fúnebre arrancó a primera hora de la mañana, seguido por los integrantes de la Asociación Carnavalera Miércoles de Ceniza, que organiza los actos, los cuales como es tradicional van de riguroso lutoTras partir de la barriada Román Pérez, y recorrer algunas calles de la localidad lamentando la muerte de la sardina, el cortejo visitó, como ya lo hiciera el año pasado, el cementerio de la localidad, donde el luto festivo se transformó por unos instantes en un emotivo luto real ya que los miembros de Miércoles de Ceniza homenajearon a uno de sus socios fundadores, José Luis Castro Medero, tristemente fallecido el año pasado.

Posteriormente llegó al Teatro Municipal Horacio Noguera, donde fue recibido por miembros de la corporación municipal isleña, y por centenares de niños acompañados por sus madres y padres, todos igualmente de riguroso luto, para proseguir juntos desde allí por las calles de Isla Cristina un recorrido al que cada vez se fueron sumando más personas.

Ya por la tarde, miles de isleños iniciaron a las 19:30 el Entierro de la Sardina con otro gran desfile al que se sumaron asociaciones, grupos y ciudadanos a título personal, ataviados con divertidos y variados disfraces de “viudas alegres”, en el marco de un gran ambiente carnavalero.

El desfile concluyó ya bien entrada la noche en la rotonda de Las Veletas, en el barrio isleño de La Punta de Caimán, donde fue finalmente incinerada la sardina en un acto que concluyó con un gran castillo de fuegos artificiales.

El Carnaval de la Luz de Punta Umbría también celebró su tradicional Entierro de la Sardina. La comitiva partió de la calle Ancha para recorrer varias avenidas del municipio y concluir en la explanada de la Guardia Civil, donde se procedió a la quema de la sardina, tras la que la fiesta se trasladó a la carpa de la Plaza de las Artes.