Los cooperativistas alertan de una oleada de robos en fincas y naves de aperos

Cooperativistas del municipio de Bonares han denunciado una oleada de robos en sus fincas y en las dependencias donde guardan los aperos. Según los agricultores, los hurtos se registran de manera continuada desde primeros de mes por lo que piden una mayor vigilancia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la zona.

El último incidente se produjo el pasado viernes de madrugada, aunque los ladrones no llegaron a consumar el pillaje, que pudo aborta el afectado con la ayuda de algunos vecinos. Uno de ello fue el que dio la alarma del intento de robo en una casa situada en el mismo casco urbano de Bonares.

Según los cooperativistas, los cacos sustraen principalmente aperos y maquinaria agrícola que supuestamente venden después como chatarra, de ahí que demanden también un mayor control del material que adquieren las chatarrerías. Incluso han llegado a sustraer el combustible de un tractor.

Los afectados relatan que los ladrones se introducen por las tapias en los patios, corrales de las viviendas y en las naves de las fincas, donde saquean y se llevan todos los utensilios metálicos que pueden, lo que les está ocasionado graves trastorno económicos.

La mayoría de los perjudicados son cooperativas de la almazara de aceite Olibeas y aseguran que los cacos actúan siempre de noche , están "bien organizados" y lo "tienen todo controlado" de manera que aún no ha podido ser identificado ninguno de ellos ni se ha producido ninguna detención.

Loa ladrones venían actuando normalmente en las fincas del perímetro urbano de Beas pero ya han perpetrados robos en el mismo núcleo poblacional, lo que está causando alarma entre los vecinos que temen que pueda producirse algún percance mayor.

Los cooperativistas han presentado denuncias en el Cuartel de la Guardia Civil. Un de ella fue la que interpuso J.A.V.R, que ha sido objeto de dos robos en su finca ubicada en la zona del pozo del Concejo. El denunciante afirma que los ladrones robaron cuatro contrapesos/discos de tractor que estaban anclados al apero de labranza mediante cadenas que fueron cortadas, dos patas de hierro y 400 gavillas de hierro de un metro y medio de alto, valorado todo en unos 2.400 euros. Los rateros se introdujeron en la finca por la valla de alambre de dos metros de altura, ya que la puerta no resultó dañada, según consta en la denuncia. Fuentes de la Guardia Civil descartan que se trate de una oleada de robos.