Las cooperativas de vino de La Palma y Bollullos del Condado han decidido unir sus pasos y a partir de ahora caminarán de la mano al fusionarse en una sola entidad. 

Tras más de 4 años de trabajo en común, ambas cooperativas han tomado la decisión de aunar sus fuerzas para conformar una única cooperativa que, tal y como han informado, contará con con dos sedes, una en cada una de las localidades de origen.

Para José Espina, presidente de la cooperativa Vinícola del Condado, se trata de “un camino anhelado y trabajado que empezamos hace ya 4 años” y que supone el inicio de una nueva andadura que cuenta con “450 agricultores, 900 hectáreas de viñedo y una producción de 10 millones de kilos de uva”.

Con estas cifras, prosigue el presidente, la unión de Vinícola del Condado y Nuestra Señora de Guía pasan a ser “la primera cooperativa en volumen de superficie y producción de Andalucía”.

Gracias a la firma de este acuerdo las dos vinateras onubenses han conseguido situarse como la que será una de las mayores bodegas de Andalucía. Además, esta fusión, según explican desde las dos entidades, también va a lograr que sean una de las más competitivas.

Al mismo tiempo, otro de los beneficios que van a obtener ambas empresas es que tras su fusión van a incrementar el embotellado en torno a un 40%, por lo que estiman que su producción de botellas anual alcance los dos millones. 

Precisamente este aumento de la producción les va a llevar a tener que realizar una inversión de unos 500.000 euros para adquirir dos nuevas embotelladoras.  Ésta acción, prosigue el representante de los cooperativistas bollulleros, "supondrá un gran bienestar y comodidad para el precio de la uva, ya que no se va a tener que depender tanto del de los graneles”.

Para terminar, Espina afirma que este "es un paso fundamental para que el agricultor pueda vivir de su trabajo, poniendo en valor un sector atractivo y con futuro para la juventud”. 

Por otro lado, el presidente de la cooperativa de La Palma del Condado, Miguel Ángel Díaz, alude a la importancia y la defensa de los viñedos como factor fundamental en el equilibrio medio ambiental. En este sentido, Díaz afirma que el cultivo de la uva es un sistema de secano, "que no necesita riego, que enriquece la tierra y que protege el cinturón que es para Doñana".

Finalmente, los dos presidentes han coincidido en afirmar que era una unión lógica y necesaria para salvaguardar el futuro del viñedo en la zona. Para ambos, este es el camino a seguir, "una apuesta por la unión en un camino común de tradición y calidad", en el que dos pueblos vecinos sellan un acuerdo que supondrá un aumento cualitativo y cuantitativo para el mercado vitivinícola de la zona.