Controversia en Islantilla por la tala de árboles durante las obras del nuevo acerado
Una vecina denuncia la pérdida de sombra y vegetación, mientras la Mancomunidad justifica la actuación por motivos técnicos y medioambientales
Una vecina de Islantilla ha remitido a esta redacción un escrito en el que denuncia públicamente la tala de árboles en una de las avenidas del núcleo turístico, con motivo de las obras para la construcción de nuevos acerados. En su carta, la residente expresa su “tristeza” por la eliminación del arbolado y se pregunta “¿tan difícil era hacer unos arriates alrededor de los árboles?”.
“¿Quién va a transitar por la acera sin sombra?”, añade, lamentando que se pierda parte del atractivo natural de la zona. “Lo que más gusta de Islantilla es su verde arboleda y su vegetación. Espero que sirva de reflexión y no corten ni un árbol más. Los árboles son vida, protegámoslos”, concluye la vecina en su escrito.
Por su parte, la Mancomunidad de Islantilla ha explicado a este periódico que las obras forman parte del Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos ‘Entre el Verde y el Azul’, financiado con fondos NextGenerationEU y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con una inversión de 498.521,60 euros.
El proyecto prevé la creación de nuevos viales peatonales accesibles que conectarán la zona norte y sur de Islantilla a través del Paseo del Golf, el Paseo Barranco del Moro y el Paseo de la Vera. Las obras, actualmente en ejecución y con finalización prevista para comienzos de 2026, incluyen también la renovación de canalizaciones, la creación de nuevas plazas de aparcamiento -algunas de ellas reservadas para personas con movilidad reducida- y la introducción de especies arbóreas con mayor capacidad de absorción de CO₂ y menor consumo hídrico.
Desde la Mancomunidad justifican la retirada del arbolado existente por “razones técnicas”, ya que “la transformación de una zona de tránsito sobre césped en un acerado accesible implica una gran pérdida de raíces principales, lo que hace inviable la supervivencia de muchos ejemplares”. Además, señalan que los ejemplares eliminados serán sustituidos por árboles de especies más sostenibles y adaptadas al clima local, con un mantenimiento más eficiente y un comportamiento más favorable frente al cambio climático.
El organismo destaca que este tipo de actuaciones se realizan tras una evaluación técnica y ambiental detallada, que permite planificar no solo la mejora de la movilidad, sino también la recuperación de espacios degradados y la reforestación con especies autóctonas y de hoja caduca, que proporcionarán sombra en verano y dejarán pasar la luz en invierno. Según la Mancomunidad, el objetivo es “conseguir un equilibrio entre accesibilidad, estética y sostenibilidad ambiental”.
Asimismo, desde la entidad se subraya que la creación de estos nuevos ejes peatonales permitirá reducir la dependencia del vehículo privado dentro del núcleo turístico, fomentando los desplazamientos a pie o en bicicleta, y generando un entorno más amable tanto para residentes como para visitantes. Se prevé además la instalación de áreas de descanso, bancos y zonas verdes integradas en el nuevo trazado de aceras, lo que, según el proyecto, “aumentará la calidad del espacio público y la seguridad de los peatones”.
El proyecto se integra en una estrategia más amplia que incluye la adaptación climática de Islantilla, la creación de un carril bici transversal entre Urbasur y La Antilla, la instalación de puntos de carga para vehículos y bicicletas eléctricas, y el fomento del turismo azul en la franja costera compartida por Lepe e Isla Cristina. Esta actuación se suma a otras ya ejecutadas por la Mancomunidad, como la experiencia piloto en el Paseo del Barranco del Moro, que sirvió para ensayar los criterios de accesibilidad y diseño que ahora se aplican a todo el núcleo turístico.
Desde la Mancomunidad insisten en que la intervención “no supone una pérdida de masa verde, sino una reordenación del arbolado existente que permitirá aumentar la biodiversidad y reducir el consumo de agua”. En este sentido, el plan contempla la plantación de más ejemplares de los que han sido retirados, seleccionados por su capacidad para absorber CO₂ y adaptarse a las condiciones del litoral onubense.
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