'Veni, vidi, vici'. 'Llegué, vi, vencí (y arrasé)'. Así fue el paso de Manuel Carrasco anoche por su pueblo, Isla Cristina, para lo que se había guardado en la recámara su mejor flecha. Con la que cerró, ante los suyos, su exitosa gira 'Corazón y flecha'.

Su paso por el escenario del recinto ferial El Carmen fue un auténtico ciclón… Un huracán. Pero no de viento y lluvia. Sino de notas musicales, melodías y, sobre todo, infinitas emociones, que desparramó bajo la intensa luna llena de una agradable noche otoñal sobre un público entregado y al que no tuvo que meterse en el bolsillo porque ya lo lleva en su corazón incluso desde antes de lograr la medalla de plata en la segunda edición del concurso televisivo Operación Triunfo, hace ya más de dos décadas.

Isla Cristina estaba con él. Y eso se notó, y mucho. De hecho, durante la hora en que se retrasó el inicio del concierto sobre la hora prevista, su público más fiel, el que estaba a pie de foso, no paró de corear el nombre con el que siempre se ha conocido al artista en su pueblo (¡'Lolo, Lolo, Lolo'!), y de cantar el pasodoble 'La higuerita marinera', el himno del carnaval de su querido pueblo, que Manuel Carrasco ha hecho mundialmente famoso.

Él respondió a esa entrega con más entrega; a esa pasión, con más pasión; y a ese cariño, con más cariño, ya que desde su estelar aparición en el escenario, hasta el final del concierto, Isla Cristina estuvo presente en casi todas sus canciones, y prácticamente en todas las palabras con las que se dirigió a las aproximadamente 14.000 personas que se reunieron en torno a su ídolo.

Un público entregado que, forzando una metáfora, fue una auténtica 'Torre de Babel' a la onubense ya que los isleños no estuvieron solos y, entre los asistentes, se pudieron escuchar acentos de todos los rincones y pueblos de la provincia: del Andévalo, del resto de la costa, de la campiña, de la sierra, del Condado…, componiendo una bonita y variada sintonía lingüística a la que se unieron también acentos de toda Andalucía y del resto de España.

La temperatura de la noche fue aumentando con cada tema, hasta estallar el termómetro tras subir al escenario una agrupación carnavalera integrada por sus amigos carnavaleros de siempre para interpretar 'La higuerita marinera'. Justo antes, y en clave muy isleña, el público local se emocionó cuando Manuel Carrasco se fundió en un sentido abrazo con Carmelo 'El Cepillo', un conocido cuartetero del Carnaval de Isla Cristina que en esta agrupación de amigos tocó el bombo y que recientemente ha pasado por un grave problema familiar.

También en clave isleña, e igualmente en el ámbito de los sentimientos, el artista dedicó la canción 'Mujer de las mil batallas' a otro amigo de los de siempre, de su barrio de La Punta del Caimán, por un problema de salud de un familiar. 

Manuel Carrasco también aderezó su actuación más isleña interpretando, con su guitarra, un popurrí de conocidísimas coplas carnavaleras históricas de la localidad, así como dedicó el 'Cumpleaños feliz' al pequeño local José Luis Carrillo, casualmente actual alcalde infantil del Consejo Local de Infancia y Adolescencia (CLIA) de Isla Cristina.

Entre otros innumerables gestos dedicados a su pueblo, el concierto arrancó con la interpretación con saxofón del conocidísimo pasodoble local dedicado a Isla Cristina 'Tengo un trocito de mar', así como el propio artista dedicó varios vivas a la Virgen del Mar, la patrona de su barrio marinero de La Punta del Caimán, para concluir su actuación bajando a tomarse una copa con su hermano Onofre y con otros amigosen una de las barras del propio recinto que acogió el concierto.

'Corazón y flecha' es el noveno y más reciente trabajo de Manuel Carrasco, una de las carreras más exitosas dentro del panorama pop español, y corona con broche oro una trilogía que empezó con 'Bailar al viento' y propagó con 'La cruz del mapa', que ha llevado al artista isleño a lo más alto de la música en español, alcanzando récords e hitos inigualables.

Este disco, que atraviesa nuestro corazón y define nuestro camino, como si se tratara de una flecha, es una creación muy íntima y personal en la que cualquiera puede verse reflejado e identificado, como se vieron todas y cada una de las 14.000 almas que anoche se dieron cita en Isla Cristina