Los concejales no adscritos fundan el Partido Independiente por Bollullos

Los cinco ediles no adscritos que fueron expulsados de las filas de IU tras firmar la moción de censura que les daba la Alcaldía en coalición con los populares han decidido fundar el partido Independientes por Bollullos (IB), bajo el cual concurrirán a los próximos comicios municipales. La gestación del embrión, como lo ha definido el edil Sergio Rosado, ya se ha puesto en marcha e incluso hay fecha para su presentación oficial: el 16 de abril.

Aunque era un secreto a voces tras analizar los últimos movimientos de los ediles y sus simpatizantes ante la imposibilidad de volver a las filas de IU, lo cierto es que no ha sido hasta ahora cuando se le ha dado cuerpo a la idea con la preceptiva aprobación de los estatutos y la constitución como ente oficial. Se trata de un partido de izquierdas que nace, según el edil, con el respaldo de 250 afiliados.

La mayor parte de ellos disidentes de IU que optaron por respaldar la moción de censura en el 2008, así como personas críticas con los postulados oficiales de la formación política, los cuales se muestran "desengañados" con la actitud de "sumisión que muestran frente al PSOE".

Rosado también defiende los beneficios de constituirse como partido independiente, lo que les permitirá no estar sujeto a las "injerencias, presiones y directrices" que puedan fijarse desde las direcciones provinciales y autonómicas. En este sentido se vanagloria de poder tener ahora una voz que "anteponga los intereses locales a las estrategias de partido".

Con respecto al candidato que les representará de cara a las elecciones Rosado considera que no hay nada definido y que es prematuro abrir este debate, máxime cuando es el momento de iniciar el proceso constituyente de la presentación del partido y elección de la nueva ejecutiva; siendo por último cuando tenga lugar la elección del candidato.

Aun así y pensando ya en los próximos comicios locales Rosado también ha descartado que tema el hecho de que en el electorado de izquierdas o votante histórico de IU opte por la lista oficial a la hora de depositar su confianza en las urnas. En concreto afirma que "es lo que menos me preocupa. Al marcharnos hemos ganado a un sinfín de simpatizantes que se alejaron de la formación y que no querían saber nada de ella y que ahora han recobrado el interés por la política".

Con respecto a las reacciones de la ciudadanía hay diversidad de opiniones, desde los que citan que la inclusión de un nuevo partido político enriquece las posibilidades de los ciudadanos de contar con un arco ideológico más amplio; pasando por aquéllos que consideran que el gran cáncer a nivel institucional que sufre Bollullos es precisamente la fragmentación del voto, lo que ha impedido en las últimas legislaturas conformar un gobierno que no estuviera supeditado a los apoyo de al menos otro partido.

Algunos líderes políticos locales reconocen de forma extraoficial que posiblemente en el municipio no exista una masa crítica de indecisos que voten en función de las capacidades del candidato, la solvencia en su gestión o su carisma, lo que deja poco margen para la obtención de una mayoría absoluta. "Aquí eres de un partido o eres de otro y a la hora del voto todos cierran filas en torno a esta premisa", afirman.

Aunque pueda parecer prematuro analizarlo con más de un año de antelación, lo cierto es que por primera vez las futuras alianzas poselectorales parecen claras. No es por tanto aventurado avanzar que si los resultados en las urnas les son favorables IU tarde o temprano terminará pactando con los socialistas por más que jueguen a la ambigüedad del "ya se verá". Es necesario recordar que la coalición con los populares es imposible y fue precisamente el motivo de la expulsión de los hoy concejales no adscritos y, por el otro, este mismo proceso ha deteriorado las relaciones con los ya no adscritos. El mismo análisis puede decirse de los socialistas que no encontrarían más apoyos que la formación de izquierdas. También es extrapolable a los no adscritos y el PP que están condenados a entenderse.