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El colectivo de la pesca deportiva acusa al profesional de ponerlos "en el punto de mira"

  • Los aficionados a la pesca de recreo señala a los trasmalleros y al resto de artes tradicionales de ser los responsables de agotar los fondos marinos onubenses

Una embarcación recreativa de pesca en la costa onubense

Una embarcación recreativa de pesca en la costa onubense / M.G. (Costa)

El colectivo de aficionados a la pesca deportiva de la provincia de Huelva ha mostrado su indignación tras las "recientes acusaciones" hechas por representantes del sector profesional artesanal pesquero onubense, que han pedido hace unos días más control sobre la pesca deportiva, poniendo en conocimiento del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de la Junta de Andalucía, la "problemática" que para ellos está suponiendo lo que consideran "competencia desleal" por parte de algunas personas que practican la pesca deportiva, y que está "generando pérdidas" en las artes menores.

En declaraciones a esta redacción, representantes del portal Pesca Huelva, que aglutina a unos 20.000 aficionados a la pesca deportiva, la mayoría de ellos onubenses, afirman que esta situación ha motivado una campaña de control por parte de la Guardia Civil del Mar e Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía, la cual no ven negativa porque según aseguran "no tenemos nada que esconder y cumplimos las normas que nos han impuesto", aunque sí consideran que los pone "en el punto de mira" de forma "totalmente injustificada".

Sobre la pesca recreativa de cefalópodos en Huelva, afirman que cuenta con "numerosos aficionados", muchos de los cuales "se dedican casi en exclusiva a esta especie por su diversión y por su valor gastronómico", a lo que añaden que "sólo capturamos chocos y calamares, ya que el pulpo está prohibido desde hace años para la pesca deportiva, por las presiones ejercidas entonces por el mismo sector".

En este sentido subrayan que Andalucía es la única comunidad autónoma de España que tiene prohibida la captura de pulpo por parte de los recreativos, así como también la de cefalópodos en aguas interiores, es decir "las que son competencia de la Junta", por lo que "debemos hacer muchas millas y un gran desembolso en gasolina para poder pescar en las zonas permitidas".

También en relación a los cefalópodos, afirman que solo se les permite capturar cinco kilos por licencia y día, pudiendo no computarse el peso de una de las piezas de mayor tamaño, a lo que añaden que "la mayoría de barcos no llegan a ese peso ni entre cinco o seis tripulantes".

Por otra parte el colectivo de la pesca deportiva no niega la existencia de "furtivismo en nuestro sector", y considera que "la mejor manera de acabar con el problema de raíz es controlar a quienes compran ese pescado" ya que "dueños de restaurantes, pero sobre todo compradores intermediarios de pescados, son los grandes beneficiados de todo esto, y a estos los tiene bien cerca la Cofradía para controlarlos y sancionarlos", a lo que añade que "si no se compran, nadie los venderá".

En relación también al furtivismo, aseguran que es "abrumadora" la diferencia en número de kilos capturados y daño ejercido entre los "furtivos deportivos" y los "furtivos profesionales", ya que los segundos "usan redes kilométricas o métodos de pesca prohibidos, además de faenar a diario, pero existe una gran condescendencia con ellos pese a que son los que verdaderamente causan perjuicio económico a los profesionales".

En este mismo sentido señalan que el discurso del patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría "no tiene ningún sentido" al decir que los deportivos "capturamos casi tantos kilos como una embarcación profesional ya que mientras nosotros usamos cañas ellos usan kilómetros de trasmallos y caras redes". De esta forma, añade, la flota recreativa de Huelva, pese a ser muy numerosa, "supone una cantidad ínfima en los kilos de cefalópodos capturados durante todo el año en nuestra costa ya que, un fin de semana normal, con todos los barcos deportivos en el agua, apenas y con mucha suerte, pueden llegar entre todos a lo que captura en un solo día un barco profesional con sólo 1 o 2 marineros a bordo".

Los pescadores deportivos también defienden su actividad desde el punto de vista del "beneficio económico que genera", y "más aún" en una provincia con tanta afición como Huelva. Y es que, según los datos de que disponen, la pesca como actividad deportiva aporta unos 4.000 millones anuales al Producto Interior Bruto español -el 0,4% del PIB-.

Por todo ello concluyen afirmando que "la regulación de la pesca deportiva no necesita ser revisada, y sí cumplida", a lo que añaden que "los trasmalleros están poniendo el punto de mira en los deportivos, no porque capturemos más o haya más furtivos, sino por la escasez de pescado". Un asunto en el que "es más fácil culpar al vecino de enfrente, que además tiene fama de rico -prosiguen- que mirar entre tus propios compañeros trasmalleros ilegales, barcos de artes mayores o de pesca del ricchio, que han degradado tanto los fondos de la zona que ya no tienen ni la mitad de compañeros que hace 20 años porque no hay apenas lenguados, langostinos y otras muchas especies que han casi extinguido destruyendo su hábitat de cría".

Al hilo de lo anterior señalan que la costa de Huelva "se ha degradado en los últimos años de una manera bestial" lo cual aseguran que no es por la pesca deportiva, a lo que añaden  "han tenido que poner cupos, vedas y horarios a la pesca profesional, porque está acabando con las especies que antes abundaban. Ellos mismos están acabando con su pan, y cuando se les presenta la mínima ocasión hacen lances de miles de toneladas sin importar el mañana, repartiéndose los cupos entre patrones amigos y esquivando así las restricciones legales".

La pesca deportiva es una actividad "sostenible, regulada, y comprometida con el medio marino", concluyen.

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