El cierre del canal de acceso al puerto encarece en 36.000 la semana de pesca

Hasta tres horas más de navegación cada vez que salen a faenar. Es lo que supone para las aproximadamente 120 embarcaciones que integran la flota pesquera de Punta Umbría el cierre durante los periodos de bajamar del canal de acceso a la ría de la localidad decretado por el capitán marítimo de Huelva el pasado 6 de agosto, tras hacerse públicos los resultados de la última batimetría realizada por la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA).

Además del tiempo perdido, esas tres horas suponen unos costes añadidos en combustible por embarcación de entre 200 y 400 euros, lo cual según destacó a este periódico Ángel Mendoza, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría, está haciendo que el sector siga perdiendo rentabilidad. Los horarios en los que se puede faenar "no los decidimos nosotros, y cuando las salidas y entradas de los barcos coinciden con la bajamar, se ven obligados a dar un enorme rodeo por la ría de Huelva para entrar y salir del puerto", puntualizó.

No obstante, el representante del sector en la localidad asegura entender la decisión adoptada por Capitanía Marítima, ya que, según los datos que arrojan las últimas mediciones batimétricas, el calado del canal de acceso en los periodos de bajamar oscila desde 0 metros en algunos puntos, hasta los 40 o 50 centímetros en otros, lo cual "hace imposible la navegación prácticamente para cualquier tipo de embarcación". Los pesqueros afectados por esta situación se concretan en 22 barcos de cerco, 6 de arrastre, 40 chirleros y 52 artesanales.

La flota de recreo, integrada por cerca de 1.000 embarcaciones repartidas entre los distintos puertos y clubes náuticos deportivos de la ría puntaumbrieña también está afectada por la medida y, por ende, el turismo náutico, ya que, según confirmó a Huelva Información el presidente del Club Náutico de Punta Umbría, Juan Manuel González, esta situación hace que los propietarios de los barcos en tránsito que suelen acudir a este tipo de instalaciones para pasar unos días "se echen atrás ante los obstáculos horarios que para la navegación en la entrada de la ría supone la medida y, sobre todo, por el riesgo de quedar varados en los bajos de arena, especialmente para los veleros".

No obstante, según González, la medida adoptada por el capitán marítimo de Huelva ha sido "acertada" y fue adoptada tras su debate en el seno de la mesa que para buscar soluciones al problema de la navegabilidad en la ría de Punta Umbría y para hacer un seguimiento del proyecto de dragado de su canal de acceso se ha constituido. Dicha mesa está integrada por la propia Capitanía Marítima, la APPA, el sector pesquero, los clubes náuticos y el Ayuntamiento.

Otros efectos negativos de la medida, adoptada en plena temporada alta, afectan al plano deportivo de la navegación. Y es que según González, "ya nos hemos visto obligados a suspender varias regatas programadas para este verano y para el resto de competiciones deportivas que se mantienen hay que estar muy pendientes de las tablas de mareas, condicionando enormemente los horarios para su celebración".

Los más afectados son los veleros, que necesitan como mínimo entre 1,7 y 1,9 metros de calado para navegar y que ya han sufrido este verano algunos percances relacionados con encallamientos a la entrada de la ría.

La medida adoptada por el capitán marítimo de Huelva restringe el tráfico marítimo por el canal de acceso desde el pasado 6 de agosto exclusivamente a los períodos de pleamar. Según la notificación que entonces envió la Capitanía Marítima a todos los patrones de barco y responsables de instalaciones portuarias tanto de pesca como de recreo, el objetivo es "salvaguardar la seguridad de la navegación y de la vida humana en el mar, considerando la escasa sonda existente".

De esta forma y según la misma circular, es actualmente "responsabilidad exclusiva del patrón de cada embarcación el tránsito por estas aguas fuera de dichos periodos". Igualmente, el capitán marítimo hace una serie de recomendaciones tales como "consultar con la autoridad portuaria competente (APPA) los datos de la última batimetría existente", así como tener presente el calado de cada embarcación y consultar el anuario de mareas, "debiendo ajustar el momento de entrada o salida al estado de la marea que permita una altura mínima para garantizar la seguridad de la navegación en toda la canal de acceso, teniendo la precaución de mantener un resguardo bajo quilla adecuado".

La resolución llega poco después de que se haya puesto fecha al inicio de las obras del dragado en la zona, reclamadas desde hace meses por los patrones de barco del municipio. De hecho, la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía tiene previsto iniciar en octubre las obras para el dragado de urgencia de la canal de acceso a la ría puntaumbrieño.

Un asunto que ha sido valorado "muy positivamente" tanto por Mendoza como por González, quienes se mostraron "esperanzados" en que a lo largo del presente mes de agosto salga a licitación pública la obra para realizar un dragado "rápido que subsane temporalmente el problema", así como en "seguir trabajando de cara al futuro y en base al estudio que la APPA se ha comprometido a realizar y cuyos resultados deben estar en marzo, de cara a la realización de otro dragado con carácter más definitivo".

Mendoza se mostró "confiado" en que "esto va a ser así, porque así lo hemos decidido y firmado con la consejera". Además, ha querido agradecer a la Consejería la "rapidez" con que ha actuado en este asunto, ya que "incluso sin contar previamente con partida presupuestaria para ello, ha agilizado toda la tramitación y en octubre el problema estará solventado, aunque sea con carácter temporal".

El presidente del Club Náutico Punta Umbría sostiene que el dragado que se va a hacer en octubre es "muy similar" al último que se realizó hace dos veranos, lo cual le lleva a pensar que "si no se acomete otro tipo de dragado de más envergadura, en un par de años la ría quedará de nuevo cegada".

La solución en la que se trabaja actualmente la APPA a corto plazo propone dragar una zona de 350 metros de longitud por 125 metros de ancho hasta alcanzar un calado de 2,5 metros a la bajamar. El volumen a excavar es de unos 45.000 metros cúbicos. Esta intervención cuenta con un presupuesto de unos 500.000 euros.