Tras ciento cincuenta largas jornadas, los barcos de la flota pesquera de la chirla de Huelva retomarán su actividad este lunes. Desde primera hora, la flota onubense, que permanecía amarrada a puerto desde el mes de febrero, comenzará a faenar con la esperanza de alcanzar este año importantes cuotas de género y, especialmente, un producto diferenciada que suponga un mayor valor comercial. 

En total serán hasta 55 buques de chirla los que saldrán a faenar desde diversos puntos de la provincia a principios de semana, sobre los más de 80 que están previstos en el resto del Golfo de Cádiz. Como novedad y tras una de las paradas más largas que se recuerdan en los últimos años, los barcos tendrán habilitadas cuatro zonas de pesca que podrán explotarse un máximo de 3 días a la semana. Según el acuerdo alcanzado recientemente con la dirección general de pesca y con el objetivo de no esquilmar el caladero, los barcos podrán recoger un máximo de 900 kilos semanales de este preciado molusco. Tanto estas como otras iniciativas van a volver a valorarse el próximo día 27 en una reunión en Sevilla en la que se abordará, entre otras cosas, el estado real de la chirla, una vez que se comience a faenar. 

Marineros y armadores se mantienen esperanzados en que la incorporación de estas medidas permita hablar de datos positivos para el sector a partir de esta próxima apertura. "Aunque los biólogos nos han dado el visto bueno, no sabemos con certeza cómo nos vamos a encontrar el recurso a partir de este lunes", asegura Mariano García, patrón mayor de la Cofradía de pescadores de Isla Cristina. 

En declaraciones a Huelva Información, García ha asegurado que ve al sector "con ganas de poner los pies en el suelo y pescar con mucha responsabilidad y precaución" para evitar un nuevo cierre tan prolongado como el decretado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo rural el pasado invierno después de haberse detectado un rendimiento medio de captura inferior al límite establecido legalmente. 

Impulsar una pesca responsable

Ante las evidencias del Instituto Español de Oceanografía (IEO), que detectó valores de captura en el caladero inferiores a 0,6 kg/minuto, la Junta se vio obligada a prohibir, mediante resolución administrativa, capturar, mantener a bordo, trasbordar, desembarcar y comercializar la chirla procedente de las zonas de producción del Golfo de Cádiz. Una decisión que ha mantenido en vilo a las familias onubenses que dependen de la captura y comercialización de este molusco.

A partir de la restricción el sector "se está intentando que las medidas técnicas para la captura de la chirla sean las mejor posible para no cansar y no agotar el recurso", asegura el patrón mayor de Isla Cristina. En los últimos tiempos se está hablando incluso de impulsar "un organismo que regule la actividad tanto en el recurso como en el mercado". 

La de la chirla está considerada actualmente como una pesca estratégica de cara a la economía de la provincia. Su captura se lleva a cabo, principalmente, frente a las costas del coto de Doñana y en ningún otro lugar de la península, siento Italia el principal competidor. Actualmente de esta actividad dependen alrededor de 385 personas en Huelva, entre trabajos en mar y tierra, cuatro personas en la captura y tres en tierra de media por barco.