El cerco espera que el próximo paro biológico sea subvencionado
Los pescadores reclaman la ayuda de la Administración para conservar los recursos pesqueros
Los barcos de cerco están amarrados desde ayer en los puertos onubenses de Punta Umbría e Isla Cristina por la parada biológica. Así permanecerán, inactivos, durante dos meses para dar descanso al caladero del Golfo de Cádiz. El paro, de obligado cumplimiento, obedece al acuerdo alcanzando entre el sector y el Gobierno central y se lleva a cabo sin ningún tipo de subvención, por lo que unos doscientos marineros van al desempleo durante este tiempo.
El sector espera que la próxima parada sí cuente con algún tipo de subvención, de hecho existe previsión de que así sea, pero lo más beneficiosa posible tanto para armadores como para marineros.
Los pescadores tienen noticias de que la administración baraja la posibilidad de establecer una veda de 45 días y subvencionar los otros 15 para completar los dos meses de paro, una propuesta que consideran insuficiente, por lo que reclaman una mayor cobertura.
Alrededor de 80 barcos de cerco con base en puertos de Huelva (39) y Cádiz, empezaron ayer una veda de 60 días de duración para propiciar la regeneración de distintas especies del caladero como la sardina, el boquerón, la caballa o el jurel. Las embarcaciones que se dedican a esta modalidad en el Golfo de Cádiz están localizadas en los puertos onubenses de Punta Umbría e Isla Cristina y en los gaditanos de Barbate y Sanlúcar de Barrameda.
La parada pone fin a una temporada de pesca polémica por los repartos de cuota de las que son sus principales especies que no han satisfecho a la flota, sobre todo la del boquerón, que ha tenido que ser objeto de varios intercambios con Portugal para hacer posible mantener las capturas hasta finales de noviembre.
El más afectado por lo que consideran una cuota escasa de la especie (en total el Golfo de Cádiz ha contado con unas 10.000 toneladas) fue el puerto de Punta Umbría, que incluso hasta en dos ocasiones vio cómo el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente decretaba el cierre de la pesquería por haber consumido ya las toneladas correspondientes a este año.
Los problemas con la sardina vinieron en primer lugar por el retraso en conocer la cuota de la que disponían, marzo; posteriormente por su escasez unas 3.600 toneladas frente a las más de 5.000 del Cantábrico; y por último, los desacuerdos entre los propios puertos del Golfo de Cádiz para repartirse esa cuota, algo que finalmente llegó a consensuarse mediante criterios lineales e históricos.
En cuanto a la parada biológica del sector del arrastre, en los meses de septiembre y octubre para la recuperación del recurso también la realiza sin ningún tipo de ayuda por parte de las administraciones. La veda afecta en este caso a 87 barcos de esta modalidad en la provincia, de los cuales la mayoría se encuentran en el puerto de Isla Cristina. En concreto, 41 barcos son del puerto isleño, 17 tienen base en Ayamonte, uno en Huelva capital, 17 en Lepe y 11 en el puerto de Punta Umbría. El sector propone incluso otro paro en los meses de enero y febrero.
También te puede interesar
Lo último